Las asociaciones de afectados por la ley de dependencia y sus familiares destacan las modestas percepciones recibidas por los tres millones de dependientes que desde el 2006 han tratado de beneficiarse de la norma. Oficialmente se cifran en 7.000 euros al año de media, pero más de la mitad no llegan a los 3.500.

Los recortes de Mariano Rajoy durante la pasada legislatura alcanzaron los 2.865 millones de euros. A ellos habría que añadir más de 5.000 millones entre las comunidades autónomas y unos 1.000 millones por parte de las administraciones locales.

Cojera irreversible

“El resultado es una cojera crónica y puede que irreversible”, apunta Carlos Moreno, economista y asesor de una importante compañía con residencias para la tercera edad. A su juicio, la ley estrella de José Luis Rodríguez Zapatero sigue lejos de consolidar el cuarto pilar del Estado de bienestar junto a la educación, la sanidad y las pensiones.

¿Cuánto costaría la atención a los 368.583 dependientes en lista de espera? Con los actuales parámetros del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), habría que añadir 2.580 millones al año a los 9.232 actuales. En el escenario vigente de reparto, las autonomías aportarían 1.600 millones más de presupuesto propio, la Administración General del Estado 464 millones y los usuarios otros 516.

Pero la realidad es muy distinta. Los Presupuestos Generales del Estado de 2016 aumentaron en solo 75 millones la partida para dependencia. Difícilmente pueden calificarse de “sociales” estas cuentas, salvo que el nuevo Parlamento y el próximo Gobierno se pongan las pilas. Con las aportaciones actuales se tardarían 25 años en atender a todos los que lo necesitan. Sin contar, claro está, los muertos por el camino.