¿Las bandas latinas están detrás del brutal apuñalamiento de un joven colombiano la madrugada del pasado día 4 de septiembre en L'Hospitalet de Llobregat?
Los Mossos d'Esquadra creen que no, que se trató de una trifulca entre jóvenes pero no entre pandillas juveniles.
Sin embargo, algunos testigos presenciales y personas próximas a la víctima dicen lo contario. Aseguran que la sombra de la pandilla Banda de Menores, (una escisión de la temida organización de los Black Panthers), está detrás de aquella agresión.
Declaraciones esclarecedoras
El juez de Instrucción numero 4 de L'Hospitalet ha preparado para la próxima semana una ronda de declaraciones de testigos y también de imputados para acabar de esclarecer los hechos y para determinar si, como señalan las fuentes consultadas por este medio, la agresión se originó en una disputa entre bandas rivales.
Entre las personas que declararán se encuentra un joven al que se conoce como Jorda, que fue detenido por los Mossos y que tras declarar ante el juez, ingresó en la cárcel como autor de las múltiples heridas que propinó a un joven colombiano de 19 años con un cúter. Otras cuatro personas fueron detenidas como coparticipes. Una de ellas, menor de edad, ha ingresado en un centro tutelar de menores. Los Mossos detuvieron a un sexto sospechoso, en este caso, como encubridor.
Pandillero presunto asesino
Fuentes policiales han confirmado de Jorda tiene antecedentes por pertenencía a la llamada Banda de los Menores, un información que fue muy valorada por el juez para decretar su ingreso en la cárcel.
Esta banda es una pandilla juvenil que aglutina a personas de distintas nacionalidades, que castiga con palizas a sus miembros díscolos y hostiga a pandillas rivales para controlar su parcela de territorio en L'Hospitalet de Llobregat .
Banda mafiosa
La organización, según los informes policiales, se configuró con una estructura fuertemente jerarquizada, que obliga a sus miembros a pagar cuotas, a acudir a las reuniones convocadas y a participar en las agresiones que señalan los líderes y prevé castigos físicos para los que incumplan las normas.
Según la biblia de esta organización, la traición se paga con sangre y abandonar la pandilla comporta 2.000 golpes infligidos con una tabla de madera que lleva la inscripción Los Menores, así como ser marcado con una cruz en el pecho dibujada a cuchillo de un centímetro de profundidad.