Máxima alerta en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona. Setenta internos se encuentran el huelga de hambre porque temen ser expulsados de España en los próximos días. La policía teme un motín y ha extremado la vigilancia en este centro, donde la tensión ha aumentado en las semanas. Según han informado a Crónica Global fuentes policiales, los internos amagan con mantener su huelga de hambre hasta que sus compañeros sean liberados. El grupo, que se encuentra en uno de los dos patios del CIE y se niega a volver a sus habitaciones, ha nombrado a un portavoz para negociar con el director del centro.
El pulso con los funcionarios del CIE, que depende del Ministerio del Interior, se produce después del motín que ha tenido lugar en Aluche (Madrid) esta semana. Durante doce horas, los inmigrantes mantuvieron en jaque a las autoridades hasta que, finalmente, depusieron su actitud.