El Ministerio del Interior ha cifrado en 190 los yihadistas españoles o residentes en el país que viajaron a Siria o Irak para luchar en las filas de Estado Islámico. De ellos, una cuarta parte murió y el 15% ha retornado. La cifra es muy inferior a las que barajan otros países europeos, como Francia, especialmente azotada por el terrorismo islámico, con hasta 1.700 afiliados, según cálculos del Gobierno francés; y Alemania, donde las autoridades han contabilizado a unos 820.
El ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, ha facilitado los datos en una entrevista publicada en la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, en la que ha alertado de que el riesgo es “muy real” y de que la lucha “será larga, quizás de años”. Sin embargo, se ha mostrado convencido de que los terroristas no conseguirán nunca sus objetivos.
Nivel de alerta 4
A finales de junio del año pasado, el Gobierno aumentó el nivel de amenaza terrorista a cuatro, en una escala de cinco. Desde entonces, la policía ha detenido a unas 155 personas por presuntas actividades yihadistas. Los últimos arrestos de produjeron esta semana en Gijón y San Sebastián.
Fernández Díaz ha elogiado la tarea de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el terrorismo: “Lo hacen con mucha profesionalidad y abnegación, pero también pagando un precio muy alto, como desgraciadamente sucedió en el ataque terrorista a nuestra embajada en Kabul, donde dos agentes de la Policía fueron asesinados”.