Turistas y ciclistas llenan las estrechas calles del barrio de Ciutat Vella de Barcelona. En el lugar hay algunos puntos delicados, como es el caso de la salida de la escuela La Salle Comtal, salpicada por el caso del hotel del Palau. Se encuentra en la calle Amadeu Vives, justo frente al Palau de la Música Catalana. El edificio modernista es un foco de atención de visitantes, que se concentran para admirar la fachada. Además, la zona es céntrica y muy transitada por bicicletas. Lío.
Esta situación ha provocado un conflicto entre los padres de los alumnos del colegio, dirigido por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y el ayuntamiento de Ada Colau. La pelea viene de antes. Hace unos 10 años que desde la AMPA reclaman medidas para evitar tanta confluencia de personas y tráfico delante de la salida de los niños.
Pilones y Guardia Urbana
Las quejas de los padres tuvieron su primer efecto al principio: consiguieron que el consistorio, entonces gobernado por el PSC, situara unos pilones que impidieran el paso de vehículos grandes. “La reacción del gobierno municipal fue rápida, pero hubo un problema con las barreras y hasta que llegó CiU al poder no se solucionó”, aseguran fuentes del AMPA.
El ayuntamiento actual también ha actuado: “La Guardia Urbana tiene un servicio específico en este centro para minimizar las situaciones de conflicto y garantizar el cumplimiento de las normas”, aseguran. Pero los padres piensan que es insuficiente, ya que los “agentes no actúan, solo vigilan”, e insisten en que “cada día hay problemas, sobre todo cuando salen los más pequeños”.
Por esa razón han pedido que se prohíba la circulación de bicicletas en la calle a la hora de la salida de los alumnos. Fuentes del consistorio indican que los policías velan para que los ciclistas cumplan las normas: respetar la preferencia de los viandantes, reducir la velocidad y circular a más de un metro de las fachadas.
El 'caso del hotel del Palau'
La Salle Comtal es el colegio que tiene pendiente un juicio relacionado con el hotel de lujo que se había proyectado para el Palau de la Música. El centro vendió un edificio adyacente a la escuela a Olivia Hotels, el grupo que tenía que encargarse del establecimiento turístico.
A cambio, la empresa tenía que pagar la reforma de La Salle. Ésta quedó a medias al estallar el escándalo del Palau y el colegio y el grupo hotelero tienen pendiente un juicio en el que se disputan la propiedad del edificio, en la esquina de las calles Amadeu Vives y Sant Pere Més Alt.