“ETA es un cadáver al que solo le falta expedir su certificado de defunción”. Son palabras del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, antes del hallazgo de un nuevo zulo de la banda terrorista repleto de armas en Francia este miércoles, en una operación coordinada entre las autoridades de los dos países.
El arsenal de ETA estaba oculto en una zona boscosa, en el departamento de Oise, a unos cien kilómetros al norte de París. Hay decenas de armas enterradas en bidones. El depósito, descubierto durante la operación entre la Dirección General de Seguridad Interior francesa (DGSI) y la Guardia Civil, permanecía inactivo.
Robadas hace una década
Los investigadores consideran que se trata del arsenal con el que la banda terrorista estaría tratando de negociar con los gobiernos de ambos países. "Deben entregar las armas y certificar su defunción haciendo pública su disolución”, manifestó Fernández Díaz el martes.
Más aún, las pesquisas determinarán si el material incautado procede del robo de armas que sufrió la empresa Sidam, en Vauvert (Francia), hace una década. Todavía están pendientes de localización la mitad de las 350 pistolas sustraídas. Casi todos los etarras detenidos desde entonces llevaban arma de la compañía citada; otras, permanecían en zulos.
La última vez que las autoridades hallaron un importante arsenal de ETA fue el 28 de mayo de 2015. La banda custodiaba en Biarritz (Francia) 19 revólveres, 7 pistolas, más de 1.000 cartuchos de distintos modelos, 3,2 kilos de pentrita y temporizadores artesanales.