El candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, en un mitin el 2 de agosto en Virginia. / EFE

El candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, en un mitin el 2 de agosto en Virginia. / EFE

Vida

Burundanga, delitos sexuales y los diabólicos móviles

El teléfono portátil puede ser más poderoso que el revólver de Clint Eastwood y más objetivo que una prueba de ADN. Burundanga pura y dura

8 octubre, 2016 21:15

La burundanga no es el último hit de Georgie Dann --al que ha resucitado Podemos para inaugurar las fiestas del Pilar-- ni una versión del sarandonga (arroz con bacalao) de Lola Flores, sino escopolamina, una potente droga que se extrae de algunas plantas solanáceas como la belladona. Poca broma con la burundanga y ojo al aviso de las madres a sus hijas: "Cuidado con la bebida que os pueden meter drogaína". Ya no es una leyenda urbana. Al parecer, algo como la burundanga fue lo que utilizaron El Prenda y sus colegas, La Naranja Mecánica en plan no me pises que llevo chanclas, para violar a otra joven un par de meses antes de su "hazaña" en los Sanfermines.

El nuevo caso ha trascendido tras el análisis de los teléfonos móviles de los implicados. El celular es un invento tremendo que además de sus múltiples funciones sirve también como arma del delito y prueba de cargo. Ojo con estos aparatos, que demuestran que la novela El infierno digital, de Philip Kerr, sobre un ordenador asesino, no es una distopía sino la pura realidad. Con un móvil se puede matar y por un móvil se puede morir.

Dos ignotos futbolistas del Eibar, Sergio Enrich y Antonio Luna se fueron a la cama con una infortunada camarera de San Sebastián. Fue sexo consentido hasta el punto en el que la víctima dijo "no, eso ya no", en referencia al móvil con el que uno de los dos sujetos grababa la acción sexual. Como se sabe, el que no ha visto el vídeo no vive en España.

A los dos peloteros les puede caer una condena de entre tres meses y cinco años de cárcel por un atentado contra la intimidad, el honor, la confidencialidad y siete capítulos más del Código Penal. Ella, presa de la depresión, de la desesperación y la indignación, ha puesto una denuncia contra ese par de chungos, que acusan a su vez a un futbolista del Cádiz de haber filtrado el trío en la redes.

Como en el caso de la manada de El Prenda, el telefonino es la clave, más letal que una magnum (Smith & Wesson Modelo 500) y más valioso que el ADN. Viene al caso el nombre de Tiziana Cantone, una joven napolitana que se suicidó tras convertirse en viral un vídeo íntimo con su exnovio que el fulano puso en circulación por Whatsapp a modo de venganza.

Otra grabación es la que puede acabar con la carrera de Donald Trump. En ella le contaba el aspirante republicano a un presentador de televisión lo mucho que le gustaban las mujeres. Tanto que, si se sentía atraído por una, se abalanzaba sobre ella. "No puedo esperar; lo primero las beso", se confesaba el sátiro en 2005, pocos meses después de haberse casado con su actual esposa. "Una estrella puede hacer cualquier cosa con las mujeres, lo que sea", alardeaba el hombre del cabello más raro del mundo que podría ser presidente de los Estados Unidos de América. La condición humana es lo que tiene. Como los móviles.