El karma, además de un histórico garito de la plaza Real de Barcelona, es una energía cósmica, un fulminante de los acontecimientos, la balanza de Buda y la explicación oriental de lo que no tiene explicación. Así, a lo bruto, determina si en la otra vida el buey será un senadora por designación autonómica o un ácaro de moqueta. Y el karma es la explicación de Jennifer Aniston para la ruptura del matrimonio más mediático de la historia, el de su ex Brad Pitt y Angelina Jolie.
Según el Us Weekly magazine, Aniston no sabe cómo disimular su infinita satisfacción ante el sonado divorcio, que atribuye a la colisión de las ondas espirituales de la estupidez absoluta de Brad y la inestabilidad mental de Angelina. "Pitt es demasiado simple para Jolie", dicen que dice Jennifer. Pasa que el Us Weekly de papel couché va a rebufo del TMZ, la web de Harvey Levin que se apuntó la exclusiva del divorcio. Su página tiene una versión mangurrina en español.
Levin es un exabogado de Los Ángeles que siempre da en el clavo gracias a una amplia red de confidentes, chivatos, cotillas y deslenguados cultivada en sus tiempos de picapleitos. Sus secuaces siempre son los primeros en llegar a la escena del crimen. Ni las difuntas Louella Parsons, la primera columnista de espectáculos de los Estados Unidos, ni Hedda Hopper, otra que tal y que a punto estuvo de acabar con las carreras de Chaplin y Cary Grant, infunden tanto terror en Hollywood como Harvey Levin, sujeto despiadado, feroz y viperino, mezcla de abogado sin escrúpulos y reportero sin reparos. No se pierdan el retrato que le hace Carmen Raya en El Español.
En manos de alguien así, el divorcio de las estrellas es trilita con salfumán, de modo que por su portal nos enteramos de que Brad Pitt bebe y está acusado de ser un notorio fumapetas. La combinación de alcohol y sustancias psicotrópicas sería la causa del punto final a doce años de amor, adopciones y desvaríos, según largan las niñeras de los seis hijos (tres naturales) de la pareja. Cuentan y no paran las lagartas que los críos han crecido descontrolados, sin escolarizar y al albur de las agendas internacionales de sus famosos papás. Un desastre de educación que en términos legales se sustancia con un follón del carajo sobre su custodia aliñado con cuatrocientos millones de dólares, que es lo que Pitt y Jolie habrían ganado durante el tiempo en el que han permanecido juntos.
Así que de lo de Marion Cotillard y él, "nothing" de nada. Meros rumores, alpiste para el canario y relleno de paja para estirar las crónicas a falta de detalles más suculentos, como las broncas de Brad a los niños, la marihuana y las vidas separadas desde hace al menos un año.
De Hollywood al solar ibérico. Makoke y Matamoros se han casado. Es lo que hay. Ella, estupenda. Él, en su línea bartolo cabeza bolo. En algunas imágenes parece un moái de Rapa Nui. Son la portada del Lecturas y el Semana, ni más ni menos. La reina Letizia engalana las del Hola y el Love con el vestido (más bien combinación gótica) que lució en la cena con los Obama, un trapito que rememora la histórica foto de las niñas de Zapatero en la Casa Blanca. Ha cumplido 44 y luce espléndida la reina, definitivamente superada la controversia sobre su delgadez.
Marta Ortega y Carlos Torretta oficializan su relación en un esquinazo del Hola, que es tanto como las amonestaciones en el juzgado. El vástago del diseñador parece haber suavizado el perfil de la heredera de Amancio Ortega, que comenzó de rey de las batas de boatiné y ahora compara su fastuosa fortuna con las de Slim y Gates. La novia se caracterizaba por su peculiar gesto de asquito con los labios, mirada polar y ceja alzada. En la revista, en cambio, logran la hazaña de capturar una sonrisa natural de la joven. Torretta, por contra, posa de lo más serio, que no se le note que ha pillado cacho, a pesar de que la lista de sus conquistas incluye dos "ángeles" de Victoria Secret's, Sigrid Agren y Andi Muise, así como a Victoria Traina, hija de la escritora Danielle Steel, la Corín Tellado planetaria. Pica alto Charly.
El reportero más peligroso del mundo y la reina gótica
Harvey Levin, exabogado, es el editor sin piedad de TMZ, la web que se apunta todas las exclusivas, “brangecrash” incluido. Letizia con los Obama, de negro deshabillé
24 septiembre, 2016 16:00Addoor Sticky