Los supermercados, restaurantes y otros establecimientos que ofrecen comida desperdician cada año toneladas de alimentos. Algunas iniciativas alrededor de Europa intentan acabar con esta tendencia. El Reino Unido y Dinamarca son los pioneros en los supermercados de comida desperdiciada. De momento, el éxito es incuestionable.
Este mes abrió el primer comercio de este tipo del Reino Unido, cerca de Leeds. El cliente paga lo que considera por cada producto. Las familias con problemas económicos son las que más han acudido al establecimiento. El éxito de esta primera tienda ha motivado a los impulsores de la iniciativa, el grupo Real Junk Food Project (en inglés, el Proyecto de la Verdadera Comida Basura), a abrir nuevos establecimientos en otras ciudades británicas.
Dinamarca, los pioneros
WeFood fue la primera cadena de este tipo de supermercados, que abrió en Copenhagen este febrero. Los productos que venden los donan varios proveedores y cuestan entre el 30% y el 50% menos que en otras tiendas. La popularidad que han alcanzado estas tiendas ha llevado a la cadena a expandirse: el lunes anunciaron la apertura de su segunda tienda en la capital danesa y de otra en Aarhus.
Esta es un modelo de reducir el desperdicio de la comida. Algunas administraciones han impulsado medidas para luchar contra la tendencia a nivel estatal. Es el caso de Francia, donde en febrero se aprobó una ley que prohíbe a los supermercados tirar o destruir la comida que les queda sin vender. Es el primer país en el mundo que ha legislado al respecto.