La principal alcaldía catalana en manos de CDC, Sant Cugat del Vallés (Barcelona), ha levantado un muro contra el plan de ‘desprivatizaciones’ que impulsa el consejero de Salud, Toni Comín. La primera edil del municipio, Mercè Conesa, ha puesto tres condiciones imposibles a la exclusión del Hospital General de Cataluña de la red pública, ahondando así en la herida abierta entre Convergència y ERC.
Ante representantes de CCOO, la Asociación Profesional y la Junta Facultativa de Médicos del equipamiento, situado en el municipio, Conesa ha pedido replantear la hoja de ruta de la consejería.
“No la aceptaremos si afecta a la calidad de la asistencial, a los trabajadores o lamina las prestaciones del General”, ha enumerado la edil. Las condiciones son incumplibles para Salud, ya que el Hospital ha anunciado que su expulsión del Siscat impactará sobre 150 empleos.
Radioterapia en Manresa
Antes, el representante de los facultativos, el doctor Miguel Ángel Carrasco, ha cargado contra la intención de Comín de no renovar el concierto con el General tras siete años. “Pedimos que replantee la expulsión del centro. Mil trabajadores y la calidad médica están en juego”, ha argumentado.
En el pleno municipal, Carrasco ha añadido que el centro “actúa de hospital de referencia en la zona pese a ser concertado”.
Según el médico, si el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) prescinde del General, los pacientes de radioterapia “tendrán que ser atendidos en Terrassa o Manresa”.
Herida abierta en Junts pel Sí
El anuncio de que la mayor alcaldía de CDC rechaza las ‘desprivatizaciones’ de Comín en sus condiciones actuales aumenta unos grados la tensión entre los convergentes y ERC en el seno de la coalición de gobierno Junts pel Sí (JxS).
La hoja de ruta de conseller republicano, muy similar a la que plantea la CUP, ha soliviantado a dirigentes convergentes, y ha movilizado al expresidente de la Generalitat, Artur Mas.
El siguiente
La expulsión del HGC, programada para el 31 de diciembre, sigue a la exclusión en agosto de la Clínica del Vallés de Sabadell del Siscat.
El proceso, que el consejero Toni Comín tildó de “satisfactorio”, ha acabado con 20 despidos de empleados temporales y listas de espera más largas en la Corporación Sanitaria Parc Taulí, el centro público que ha integrado la actividad.
Tres centros
Tras la Clínica del Vallés y el General, la consejería ha anunciado que revisará el concierto del Servicio Catalán de Salud (CatSalut) con el Hospital Sagrat Cor de Barcelona.
Las tres medidas buscan en teoría “robustecer” la sanidad pública catalana.
Trabajadores y médicos de los centros afectados avisan de que el fin de los conciertos colapsará los hospitales que costea el contribuyente y alargará las listas de espera para operarse.