El himno de EEUU suena al inicio de cada partido de fútbol americano. Este momento solemne ha estado acompañado de varias protestas. Jugadores de distintos equipos se han arrodillado, han alzado el puño o se han entrelazado brazos en señal de condena ante el conflicto racial que se ha intensificado estos últimos meses en el país.
La razón principal de este repunte de las protestas es el asesinato de diversos ciudadanos negros por parte de policías blancos. El primero en empezar la oleada de gestos fue el quarterback suplente de los San Francisco 49ers, que se negó a levantarse al sonar el himno al inicio de un encuentro de pretemporada.
Cuatro integrantes de los Miami Dolphins siguieron el ejemplo y se arrodillaron coincidiendo con el himno nacional. La protesta fue adoptada por los equipos completos de los Chiefs y los Seahawks, cuyos miembros entrelazaron los brazos para expresar rechazo ante la oleada de violencia contra la comunidad negra.
Olimpiadas de 1968
Por su parte, tres jugadores del equipo de Tennessee, entre otros, alzaron el puño en su partido de estreno de la temporada. El gesto recreaba la protesta de Tommie Smith y John Carlos, dos atletas afroamericanos que mostraron su puño cubierto con un guante negro en la ceremonia de entrega de sus medallas en los Juegos Olímpicos de 1968, en México, también como muestra de rechazo del conflicto racial.
Las protestas se han hecho más evidentes en los partidos del domingo, que coincidieron con el 15 aniversario de los atentados del 11S en Nueva York y durante los que se llevaron a cabo actos de conmemoración.