El incendio declarado el domingo en Alicante ha obligado a desalojar a unas 1.400 personas de una veintena urbanizaciones. El fuego continúa sin control aunque evoluciona favorablemente, según los servicios de emergencias que trabajan para sofocarlo. De momento, ya ha quemado unas 812 hectáreas entre las localidades de Jávea y Benitatxell.
La Guardia Civil busca al responsable del fuego, que se cree que fue intencionado. Una veintena de medios aéreos, 370 bomberos y 220 soldados participan en las tareas de extinción, que el viento y las altas temperaturas dificultan. Los vecinos desalojados han pasado la noche en centros educativos de las poblaciones.