Borbón-Dos Sicilias, una dinastia sin reino, es el título de uno de los reportaje centrales del número especial de Majestés (Royals) de la celebre revista francesa Paris-Match. Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Castro, jefe de la Casa Real de Borbón-Dos Sicilias y Gran Maestre de la Sagrada Orden Militar Constantiniana de San Jorge, posa con su mujer, la princesa Camila de Borbón Dos-Sicilias, y sus hijas, la princesa María Carolina, Duquesa de Palermo, y la princesa María Clara, Duquesa de Capri, en una góndola en el gran canal de Venecia.
La princesa María Carolina a sus 13 años es la protagonista del reportaje por la reciente abolición de la ley sálica en la Casa Borbón-Dos Sicilias impulsada por su padre, y considerada una iniciativa innovadora entre las casas reales. También este año, Carolina recibió la confirmación en la basílica de San Pedro de Roma ante más de mil caballeros y damas de la Orden Constantiniana de San Jorge.
Otras imágenes reproducen las visitas a Nápoles de los príncipes y sus hijas en la capilla del tesoro de San Genaro, que guarda importantes piezas donadas por la familia, y en la danza de los obeliscos, a la que no había acudido ningún Borbón desde hacia casi 300 años.
La princesa de 13 años
Carolina de Borbón-Dos Sicilias es una bella princesa italiana que habla seis idiomas y que a sus 13 años es ‘Embajadora del Mar’. Así la dibuja Paris-Match. Es la mayor de las hijas de los duques de Castro, Carlos y Camilla de Borbón-Dos Sicilias. La pequeña está siendo educada en el conocimiento, respeto y responsabilidad histórica de la dinastía que representa. Nacida el 23 de junio de 2003 en Roma, fue bautizada con los nombres de María Carolina Chantal Eduarda Beatriz Genara.
Reconocimiento internacional
La Casa Real Borbón-Dos Sicilias, sin reino, goza del reconocimiento de la realeza internacional. Según Paris-Match, está en un total de 45 casas, que no solo resisten la globalización sino que están en plena forma. Casas con reino o sin él, la rama italiana de los Borbón está bien representada en Europa gracias a las monarquías de Reino Unido, Mónaco, España, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Dinamarca, Suecia y Noruega... y, a nivel global, en Jordania, Japón o Bután.
El conflicto en España
Los actos de conmemoración del Tercer Centenario del nacimiento de Carlos III, que fue Rey de Nápoles entre 1734 y 1759, han dado visibilidad al conflicto que mantienen sus herederos por representar la jefatura de la casa de Borbón-Dos Sicilias, titular de ese reino. Carlos de Borbón-Dos Sicilias, representante de la conocida como rama italiana, y Pedro de Borbón-Dos Sicilias, representante de la rama española, son los contendientes de esta pugna en la que la razón histórica parece inclinarse de forma más que evidente del lado italiano.
El conflicto surge en 1960 cuando muere sin sucesión masculina Fernando Pío de Borbón-Dos Sicilias, jefe indiscutido de la Casa como sobrino del último Rey de Nápoles, Francisco II de Borbón. La jefatura de la Casa de Borbón-Dos Sicilias es asumida por su hermano menor, Rainiero, ya que el siguiente en la sucesión, su hermano Carlos Tancredo, había renunciado de forma perpetua, pública e incondicional, y por ello extensible a sus descendientes, a sus derechos dinásticos en el año 1900 al casarse con la princesa de Asturias, María de las Mercedes, hija de Alfonso XII y heredera al trono de España. Ese año de 1960, Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, hijo de Carlos Tancredo, declara de forma unilateral que la renuncia de su padre no es válida y se proclama jefe de la Casa de Borbón-Dos Sicilias a pesar de que ni su padre ni él pertenecían ni de hecho ni de derecho a esa Casa al haberse integrado plenamente en la española con todos los honores. Ninguna casa real europea admite esta autoproclamación, a excepción de la española y por motivos de parentesco y de corte político, máxime cuando dicho príncipe era --como lo fue su padre y posteriormente sería su hijo-- infante de España y, por tanto, miembro de la Casa Real Española, siendo inadmisible que el presunto jefe de una Casa Real deba obediencia al de otra, como es el caso de la rama española de los Borbón-Dos Sicilias, de ahi que sus representantes considerasen a Rainiero como jefe de la Casa Real. La propia hermana de Alfonso, Doña María, madre del Rey Juan Carlos, no se tomó en serio dicha autoproclamación y siempre lo consideró una fraternal extravagancia tal y como la condesa de Barcelona expresamente reconoció en sus memorias.