11 agentes de policía han muerto y más de 70 personas han resultado heridas por la explosión de un coche bomba en Turquía. La agencia estatal Anatolia ha atribuido el ataque al PKK, el Partido de los Tradajadores del Kurdistán, organización que EEUU, Turquía y la UE consideran terrorista.

El atentado se ha producido la madrugada del viernes en una comisaría en Cizre, una ciudad que está en la frontera con Siria y muy cerca de Irak. Este es el último de una serie de ataques que ha llevado a cabo el PKK desde julio, cuando puso fin a la tregua. La zona sureste del país, poblada mayoritariamente por kurdos, ha sido el escenario de los atentados.