Paris-Match lanzó a los kioscos el pasado 25 de julio un número especial de su revista titulado Majestés (Royals), en el que daba un amplio repaso a la situación de la monarquías existentes en el planeta. Son 45 en total y resisten, con asombrosa vitalidad, según los autores del informe, los envites de la globalización y de los nuevos tiempos. Solo en Europa se detallan Reino Unido, Mónaco, España, Bélgica, Países bajos, Luxemburgo, Dinamarca, Suecia y Noruega… y a nivel global destacan Jordania, Japón o Bután.
Ilustrada su portada con una imagen de Kate Middleton, la popular duquesa de Cambridge, repasa la situación de las realezas de Reino Unido, Mónaco, España, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Suecia y Noruega, entre otras.
Matrimonios por amor
Los especialistas de la publicación atribuyen la buena salud de las monarquías, en general, al cambio de comportamiento que las realezas han experimentado en los últimos años. Los matrimonios por amor, en vez de por cuestiones diplomáticas, han sido uno de los elementos que han permitido acercar esa institución a la ciudadanía.
“En pocos años habrá sólo cinco reyes: el de espadas, el de diamantes, el de corazones, el rey de tréboles y la reina de Inglaterra”, dijo Farouk I de Egipto poco después de ser derrocado del trono en 1952. Sin embargo, su predicción no se ha cumplido. Es más, los autores del trabajo sobre las monarquías del mundo establecen una curiosa analogía: “Mientras el discurso populista e internet amenazan a los partidos políticos tradicionales con la extinción, las familias reales –encarnadas como símbolo de las naciones y garantes de su unidad– gozan de una excelente salud”.
El ‘planeta real’
La edición especial que ha salido a la venta cuenta con varios apartados que pasan revista al planeta real. Con una especial dedicación a la monarquía británica, una de las más populares, Paris-Match también dedica varias páginas a la familia real española (en especial a la reina Letizia y su papel entre las jóvenes mujeres que han entrado en la institución) y a sus parientes italianos, los Borbón-Dos Sicilias. En este caso, además, realiza una especial mención a ese grupo dinástico que se mantiene sin reino, pero con gran aprecio de los italianos.
Carlos de Borbón Dos Sicilias ha mantenido una relación estrecha con Nápoles durante casi toda su vida. Ha visitado en diversas ocasiones la ciudad, que guarda importantes tesoros donados por la familia real Borbón Dos Sicilias, como el collar y la mitra de San Genaro. Todas las casas reinantes europeas reconocen a Carlos de Borbón Dos Sicilias, Duque de Castro, nieto de Rainiero, como Jefe de la Casa de Borbón Dos Sicilias y en esa condición es invitado junto con su familia a los actos que celebran esas casas reinantes.