Los míticos cuadernos Rubio, la ‘Biblia’ de las reglas ortográficas más básicas, alertan del peligro de las redes sociales para la lengua. Para evitar ‘catástrofes’ lingüísticas como en ocasiones se encuentran por el mundo digital, ha publicado una lista con las 20 faltas ortográficas más comunes.
La ausencia de tildes, la confusión entre ‘a ver’ y ‘haber’ y obviar los signos de puntuación son algunas de las más vistas en las redes sociales. La editorial de los famosos cuadernos didácticos los atribuye a la “inmediatez” y “la vorágine de ser los primeros en publicar un tuit o una entrada en Facebook”, y recomienda fomentar la lectura para evitar “atentar contra las reglas de ortografía básicas”.
Cuidado con la hache
Rubio alerta también de que la letra hache es una de las grandes olvidadas, y recuerda que muchos internautas todavía no tienen muy claro si hay que escribirla o no en algunas frases concretas como “echar de menos”. No, no lleva hache.
Recomienda utilizar mayúsculas únicamente cuando se quiere poner énfasis en el mensaje y, por el contrario, reitera que los nombres propios SIEMPRE --para darle énfasis-- empiezan por mayúscula.
Otros errores comunes “para ahorrar tiempo” son el uso de la letra k en lugar de la letra ce, o sustituir las elles por y griegas. La lista de Rubio continúa con el término “expectacular”, otra falta común en Internet, cuya forma correcta es “espectacular”. Y un clásico: hay que diferenciar entre “¡Ay!”, “ahí” y “hay”.
“Cerrad” y no “cerrar”
En cuanto al verbo “haber”, antes de cada participio siempre lleva hache, pero la a irá sola cuando funcione como una preposición. Así, es correcto decir “se va a su casa” y no “se va ha su casa”. El imperativo también es uno de los maltratados en las redes sociales. Los cuadernos Rubio avisan: lo correcto es “¡cerrad la puerta!” y no “¡cerrar la puerta!”.
Y, sobre todo, advierten de algo que todos --quien esté libre de pecado que tire la primera piedra-- hemos hecho alguna vez. Cuando simulamos por escrito que nos reímos, “abusamos de la letra jota”. Rubio sentencia: “jajajajaja” no es lo mismo que “jajjjajaja”. Advertidos estamos.