Es posible coger un tren Ave desde diversas estaciones francesas con destino a Barcelona o Madrid sin pasar por el control de equipajes rutinario, contrariamente a lo que ocurre cuando el tren proviene de España. El acuerdo de colaboración entre la ferroviaria francesa SNCF y Renfe para que los trenes de alta velocidad lleguen al país galo no contempla las medidas de seguridad que sí son de obligado cumplimiento en los convoyes procedentes de España. De esta manera, un viajero que comience su viaje en Montpellier puede llegar a España sin que ninguna autoridad le revise sus pertenencias.
Desde Renfe explican a Crónica Global que las cuestiones en materia de seguridad son gestionadas por Adif, y la entidad pública de infraestructuras asegura a este medio que no “es de su competencia” la aplicación de medidas de control en paradas como Marsella, Montpellier, Narbona o Perpiñán, sino "de Renfe y SNCF”.
Responsabilidad difuminada
Los trenes son de titularidad española, y llegan a Barcelona, Zaragoza o Madrid sin pasar por los controles de equipaje rutinarios, consistentes en la instalación de máquinas de rayos X. “Nuestra última actuación es Figueres Vilafant, lo que pase tras la frontera corresponde a Francia y lo que pasa dentro de los trenes corresponde a Renfe y SNCF”, insisten desde Adif.
Hay diversos niveles de actuación. Por un lado, se encuentra la seguridad de las estaciones --con las cámaras de seguridad y las unidades policiales-- y, por el otro, el control de equipajes con los rayos X, ausente en varias de las estaciones francesas. Desde la entidad pública ferroviaria, además, reiteran que tampoco son responsables de la “operativa de pasajeros”.
La portavoz de SNCF, Christophe Piednoël, afirmó en el momento en que se debatió la aplicación de controles de equipajes en todas las estaciones que era "físicamente imposible implementar en los andenes los mismos sistemas de control y seguridad que en los aeropuertos o edificios específicos" porque "paralizaría el tráfico", según declaraciones recogidas por AFP.
En el caso concreto de la alta velocidad no se emplea la misma coherencia entre los vehículos que parten desde el exterior de nuestro país de los que lo hacen desde España. “Actuamos según las directrices del Ministerio del Interior”, añaden desde Adif ante la cuestión de por qué no se extienden las medidas de seguridad tras la frontera.
Descoordinación
En un momento como el actual, en que Francia ha incrementado los controles de seguridad por la alerta terrorista a niveles sin precedentes --con un despliegue de más de 23.500 agentes de policía y militares por las principales ciudades del país-- y en el que se han reforzado los controles transfronterizos en las carreteras, llama la atención que no se hayan aplicado medidas de la misma naturaleza en los trenes que entran en España a través de los Pirineos.
Como ha comprobado este medio, se puede subir a un tren Ave desde la estación de Saint Roch de Montpellier y llegar a la estación de Atocha de Madrid sin efectuar ningún transbordo --cambio de tren-- ni haber pasado un solo control de seguridad durante el transcurso del viaje. Tampoco se pide el billete al pasajero hasta una vez se ha iniciado el recorrido y dentro del mismo vagón.
La coordinación que sí que existe a otros niveles entre España y Francia no se ha extendido en el servicio de trenes Ave que comunican a ambos países.
Preocupación
Sin ánimos de sembrar la alarma, sí que suscita cierta preocupación que no se garantice un control más exhaustivo en uno de los medios de transporte principales para entrar a España. Renfe ha batido récords este julio en viajeros, superando los tres millones de viajeros en trenes AVE y Larga Distancia. Se trata de la mayor demanda de la historia de la compañía en vacaciones y un resultado que mejora en un 4,6% el de 2015.
Con esta inusual flujo de pasajeros, resulta sorprendente que la seguridad no implique ni revisiones del equipaje ni de la identidad de los viajeros en todas las paradas donde suben nuevos pasajeros a bordo.