Las deudas y los recortes ahogan al Hospital de Mataró. Sobrecarga de trabajo, listas de espera cada vez más largas, ocupación diaria de casi el 100% de las unidades de hospitalización, unas infraestructuras gastadas y un utillaje obsoleto. Éstas son algunas de las consecuencias que los profesionales sanitarios atribuyen a la infrafinanciación del centro público.
El 80% del instrumental clínico y diagnóstico del hospital está caducado, es decir, fuera de su vida útil. Un tercio incluso está descatalogado, se quejan los trabajadores, que aseguran que nunca se ha hecho un presupuesto para renovarlo. Pero no solo el material médico está caducado. El 75% de las camas tiene 15 años, casi tantos como el mismo centro, que se inauguró después de una renovación en 1999.
La Consejería de Salud, dirigida por Toni Comín, debe más de 80 millones de euros al centro sanitario, según denuncia el sindicato mayoritario del Consorcio Sanitario del Maresme (CSdM), el CATAC-CTS. La organización apunta que el departamento debe 34,6 millones en gastos que el Consorcio ha tenido que asumir cuando “tendría que ser la Generalitat la que se hiciera cargo de ellos”.
Sobrecarga de trabajo
Otra de las consecuencias de esta situación, que describen como “a punto del colapso” es la sobrecarga de trabajo a la que se enfrentan todos los días los empleados. Y es que, a parte del aumento de la actividad, las bajas y las vacaciones no se cubren. Es por esto que en julio enviaron una carta a la Gerencia en la que le "trasladaban la responsabilidad" de su seguridad "y la de los usuarios”.
Un miembro del Comité de Trabajadores asegura que las “listas de espera para quirófano son tan largas que hace tiempo que se derivan pacientes al Sagrat Cor y al Hospital General de Catalunya”. El CATAC-CTS añade que los 1.200 profesionales a tiempo completo con los que cuenta el Hospital de Mataró cedieron parte de su sueldo en 2011, 2012 y 2013 para tratar de evitar el déficit presupuestario.
Intervención de la Generalitat
Pero la deuda fue inevitable y Salud, en aquel momento bajo el mando del consejero Boi Ruiz, decidió en septiembre de 2015 intervenir el Consorcio por un déficit de 2,1 millones de euros, el 2% del presupuesto. El centro perdió autonomía, la capacidad de contratar.
La última reunión entre trabajadores y la Gerencia fue esta semana. Una fuente sindical asegura que el mensaje que trasladaron los directivos fue que “hasta que se aprueben nuevos presupuestos, la situación continuará igual”.