Los vecinos de Moià (Barcelona) se han encontrado este lunes con un insólito informe en el buzón. Lo firma la Comisión por el Catalán, una entidad de la que no se encuentra ningún tipo de información en Internet: ni página web, ni cuenta en las redes sociales, ni rastro --al menos público-- en ninguna parte.
El encabezado de la notificación aclara que se trata de una campaña de verano y asegura que la llegada de gente de varios lugares “nos ha de hacer reflexionar sobre nuestra lengua” y, para preservarla, la citada comisión ha elaborado cuatro puntos.
Catalán para todos
El primer aspecto a tener en cuenta, según el papel, es que “los rumanos, chinos y negros no son castellanos. Son rumanos, chinos y negros. Por tanto, se les tiene que hablar en catalán, y no en castellano”. Un punto relacionado con el segundo, que afirma que también hay que hablar en catalán a “los castellanos que están aquí y no quieren hablar catalán”.
La campaña pone en la diana a los “sudamericanos que pasan olímpicamente del catalán”. A ellos también hay que dirigirse en la lengua de Cataluña. Según la comisión, solo es lícito dirigirse en castellano a “la gente que hace poco que está aquí y quiere aprender el catalán”.
Como sello propio, el informe concluye: “Confiamos en usted. Si no nos hacemos respetar, nadie nos respetará”.