Comenzaba a titular esta crónica con la victoria del Sevilla. Me quedé en 'El Sevilla...'. Entonces marcó el de siempre, el salvador de la prórroga para el Real Madrid. Sergio Ramos lo volvió a hacer, como en la final de Champions de Lisboa (2014), en el mismo minuto 93. Cabezazo del capitán al fondo de las mallas y prórroga. Dos a dos. Después, locura. Expulsión de Kolo en el equipo andaluz, tanto anulado a Ramos por agarrón en el momento del remate. Presión y dominio del Real Madrid y acción individual de Dani Carvajal (119') para dejar el primer título de la temporada en las vitrinas del Santiago Bernabéu con un remate con el exterior. Fútbol.
Arrancó la final en el Lerkendal de Noruega con buenas noticias para el Real Madrid. Sin la BBC a disposición de Zidane (solo Benzema entró en el segundo tiempo), el técnico tiró arriba de Lucas Vázquez, Marco Asensio y Álvaro Morata. Discreto estuvo este último. Los otros dos piden muchos minutos. Asensio, de hecho, ha convencido a Zizou para quedarse y abrió el marcador con un buen gol por la escuadra (28') para disipar las últimas dudas que pudiera tener el entrenador. El Sevilla empató antes del descanso por medio de Franco Vázquez (41').
Suspense
La pesadez de la pretemporada hizo mella en las piernas de los jugadores en el segundo acto. El Sevilla apenas inquietó a Kiko Casilla. La acción de Sergio Ramos sobre Vitolo que el colegiado entendió como penalti, luego transformado por Konoplyanka (72'), fue el único tiro del nuevo equipo de Jorge Sampaoli. El Madrid, por medio de Asensio y Vázquez, insistió e insistió hasta que este último, sobre el pitido final, puso un centro para la cabeza de Ramos que, colgado del larguero, forzó la prórroga (93').
Tampoco en este periodo el Sevilla inquietó a Casilla, mientras el Madrid merodeaba las inmediaciones de Sergio Rico. Tras el comentado tanto anulado a Ramos, y también sobre el final, apareció Carvajal desde atrás, en velocidad, como un tren para entrar en el área y perforar la portería. Éxtasis. Sigue la buena racha de Zidane, y sin sus mejores hombres (Keylor, Pepe, Kroos, Modric, Bale, Cristiano y Benzema). Capítulo aparte merece el Sevilla, un equipo con un estilo tan arraigado que es capaz de competir al máximo nivel cada temporda a pesar de cambiar entrenador y jugadores.