La sanidad catalana centraliza competencias en pleno verano. El Instituto Catalán de la Salud (ICS) ha fulminado parte de la autonomía de las gerencias territoriales y de su mayor hospital para cuadrar sus cuentas. La Consejería catalana de Sanidad, que dirige Toni Comín, guarda silencio sobre la decisión, que fuentes cercanas a la empresa pública atribuyen al "desorden" existente.
La directiva se ha hecho pública esta semana. Una breve nota en el diario oficial de la Generalitat (DOGC) consignaba que el ICS recuperaba la potestad de firmar convenios o acuerdos de colaboración a las gerencias territoriales "salvo que éstos tengan contenido económico".
La medida afecta a la dirección de las nueve gerencias territoriales del ICS y, quizá más simbólico, al Hospital Vall d'Hebron, el más importante de Cataluña.
Silencio
Preguntado sobre la supuesta pérdida de autonomía en la gestión, Vall d'Hebron, disciplinado, se ha remitido a la versión de la Consejería de Salud. El departamento que dirige Comín, por su parte, no ha contestado a los requerimientos de este medio.
Quien sí lo ha hecho son fuentes internas del propio ICS. "La medida es lisa y llanamente un intento de poner orden", ha explicado un cargo médico.
"El Instituto --ha abundado la misma fuente-- ha firmado un número muy importante de acuerdos con todo tipo de fundaciones, empresas, instituciones, etc. En la mayoría de ellos, por no decir en todos, la empresa sale perdiendo", explica un cargo médico.
La doctora Calle pone orden
El hachazo del ICS a sus nueve subsedes en toda Cataluña y al mayor hospital catalán no es materia menor. La gerente de la empresa pública, la doctora Candela Calle, se ha mostrado preocupada en privado por lo manirrotos que habrían sido algunos gestores anteriores a su mandato, particularmente los de la época CDC.
"Calle manifestó en una reunión en primavera que revisaría los convenios que ha firmado el ICS. Hay un número muy importante de ellos, especialmente de la última legislatura de Boi Ruiz como consejero de Sanidad, difíciles de explicar", agrega la misma fuente.
Sea por esta causa o por otra, el ICS presentó un déficit superior a los 32 millones de euros en su último ejercicio contable cerrado, el de 2014. La sociedad de capital público consiguió recortar los números rojos un 10% respecto a 2013, pero los nuevos tratamientos contra la hepatitis C lastraron su balance.
"Oposiciones para hacer caja"
La medida tiene otra lectura no menos interesante. La cúpula de Sanidad muestra músculo ante la gerencia del Hospital Vall d'Hebron. Vicente Martínez Ibáñez, que asumió el cargo el año pasado, ve cómo se le resta autonomía después de que el CatSalut aparcara el CIMS, embrión de convenio sanitario de Girona, que diseñó él mismo antes de cambiar de puesto de trabajo.
Cabe recordar que el ICS es el principal proveedor de servicios sanitarios públicos en Cataluña. Con ocho hospitales y 470 unidades de atención primaria, suma cerca de 38.000 empleados.
Precisamente, las últimas oposiciones de la institución, trufadas de irregularidades, han sido criticadas por los sindicatos que consideran que ha sido "una forma de ingresar fondos extra".