Es un edificio emblemático de la ciudad de Barcelona porque allí nació el pintor y escritor Santiago Rusiñol. En el primer piso de la calle Princesa número 37 de la capital catalana, una placa conmemora su nacimiento y, a solo unos metros, en la plaza de la Puntual, la ciudad le rinde homenaje con un busto.
Fue en 1997 cuando el ayuntamiento colgó la placa entre los dos balcones del que fue su hogar y ahora, 19 años más tarde, el edificio se encuentra totalmente tapiado. Es imposible acceder a él por cualquier puerta, ventana o balcón.
Miedo a la okupación
“Está tapiada porque hay un problema importante de okupas”, han explicado a Crónica Global fuentes de la propiedad, la cadena hotelera que gestiona el Hotel Ciudad de Barcelona, situado en la misma calle. No han querido hacer más precisiones sobre el asunto, ni continuar la conversación.
Ya en agosto de 2011, los Mossos d’Esquadra realizaron un desalojo exprés --que no requiere autorización judicial por escrito-- en el mismo edificio, al que habían entrado 12 personas unas horas antes. El propietario del edificio avisó de su okupación instantes después de que entraran.
Hipoteca a 32 años
El piso, situado en la primera planta de la finca y de 121 metros cuadrados construidos --100 útiles--, limita con la calle Flassaders y con la calle Assaonadors por la parte trasera. El Hotel Ciudad de Barcelona es el propietario de la totalidad de la finca desde 2006.
El inmueble se subastó por 457.660 euros y sobre él pendía una hipoteca de 380.000 euros --más intereses-- que asumió el actual propietario y que, según datos del Registro de la Propiedad de Barcelona, acabará de pagar en 22 años.