“Un hombre de unos 60 años que conducía un 4x4 de color gris ha atropellado a un niño de tres años en la Meridiana de Barcelona y se ha dado a la fuga. El niño está en la UCI con el lado derecho de la cabeza lleno de astillas. Ayudad a difundir y pillad a ese hijo de p…”.
Este mensaje llegó este miércoles a la redacción de Crónica Global a través de Facebook y se había compartido ya 9.977 veces. Tras sendas llamadas a los Mossos d’Esquadra y a la Guardia Urbana de Barcelona para contrastar la información y conseguir más datos, no se publicó ninguna noticia porque no había forma de corroborarla: a ningún cuerpo policial le constaba tal incidente.
Este jueves, llegaban novedades desde la Guardia Urbana. Sí, un niño de tres años había recibido el miércoles un golpe en la Meridiana de Barcelona. El vehículo era un 4x4 de color gris e iba conducido por un hombre de unos 60 años. No, el hombre no se dio a la fuga, y el niño no está ni estuvo en la UCI.
Los hechos contrastados
La realidad de los hechos es que el niño caminaba junto a su padre por la zona. El conductor le golpeó en la cara cuando iba a muy poca velocidad, paró el coche para ver cómo estaba el niño y, tras permanecer un rato con ellos y comprobar que no era grave, volvió al vehículo --que había dejado en medio de la Meridiana-- y se fue. Posteriormente, su mujer se encargó de llamar a la aseguradora para hacer el parte amistoso que había acordado con el padre del niño.
Tras el incidente, el padre del niño decidió llevarlo al hospital para que le examinaran la pequeña herida del pómulo y ambos volvieron a casa, sin que el menor tuviera que ingresar en la UCI. Los dos hombres han sido localizados por este diario para comentar lo sucedido y ambos han mostrado la misma sorpresa al saber que eran protagonistas en las redes sociales.
La historia real acaba aquí, mientras que la virtual continúa difundiéndose por las redes sociales: a las 20:00 horas de este jueves, se había compartido 10.467 veces. Continúan buscando a un fugitivo que no huyó y lamentan un ingreso hospitalario que nunca existió. Nadie sabe quién lanzó el primer mensaje, que incluía una foto del coche, ni con qué propósito.