La construcción de redes ciclistas en Barcelona ha aumentado un 165% respecto al año pasado. Un programa piloto del actual equipo de gobierno municipal pretende llegar a 2018 con más de 300 kilómetros de carril bici en toda la ciudad. En otras palabras: que el 95% de la población disponga, como mínimo, de una vía para bicicletas a 300 metros de su domicilio.
Una iniciativa aplaudida por algunos y rechazada por otros, debido a la carta blanca de que parecen disfrutar los ciclistas en la capital catalana. Algunos circulan con auriculares, se saltan semáforos en rojo, transitan por zonas prohibidas para bicicletas o a una velocidad que pone en riesgo tanto a los peatones como a sí mismos.
Congestión de la circulación
Los vecinos de la calle Joan Güell, en el barrio de Les Corts, donde el ayuntamiento ha concluido la construcción de uno de los cuatro carriles que inició durante el primer semestre del año, explican a Crónica Global las dificultades con las que se encuentran ahora los vehículos y peatones que circulan por la zona.
“Es una calle de carga y descarga y con varios pasos de cebra juntos. Los camiones aparcan en ellos porque no tienen más sitio y los vehículos no pueden ver a los peatones que van a cruzar hasta que no los tienen encima”, explica una vecina. Añade que muchos ciclistas, además, circulan a una velocidad superior a la que deberían. “¿Y sabes lo peor? Que aún hay ciclistas que utilizan las aceras”.
Pese a que los atropellos por bicicleta ya se han cobrado dos víctimas mortales en Barcelona --una de ellas, la diputada de Junts pel Sí y expresidenta de Òmnium, Muriel Casals--, el ayuntamiento no ha puesto en marcha ninguna campaña de concienciación para los ciclistas ni ha reforzado las medidas de seguridad para evitar incidentes.
Multas por circular con riesgo
Sin embargo, los datos recogidos por Crónica Global desvelan que la actitud de los ciclistas más sancionada por la Guardia Urbana de Barcelona es la de circulación de riesgo. Desde enero y hasta abril de 2016, los agentes pusieron 976 multas por este motivo. La cifra fue de 2.464 en todo 2015.
La segunda falta más sancionada es la falta de adopción de medidas de seguridad --699 multas en 2016 y 1.299 en 2015--, seguida de la circulación por donde no corresponde --78 en 2016 y 307 en 2015-- y del estacionamiento en lugares inapropiados --29 en 2016 y 232 en 2015--.
Mientras tanto, Barcelona contará con 14 nuevos carriles para bicicletas, además de los cuatro que acaban de terminarse, para convertirse en una ciudad bike friendly. Como rezaba en los carteles publicitarios del ayuntamiento que ondearon en las farolas durante unos meses: “La bici. La mejor idea del mundo”. De su buen o mal uso ya se encargan los ciclistas.