No se lo van a creer, pero ya no están de moda los blanqueamientos dentales, sino los anales y genitales. Es lo último en tratamientos de belleza, el no va más del glamour. Lo que eran agujeros negros lucen ahora clarificados e impolutos. Nunca ha habido sonrisas verticales más deslumbrantes ni anos más finos que ahora. Es tendencia. Un "must" total.
El intríngulis de la técnica es cuestión médica, puesto que se utiliza el láser y unos preparados cosméticos que tienen en cuenta aspectos tan personales como el ph de la piel, su tonalidad, la secreción de melatonina y, evidentemente, las características propias de los pliegues de vulvas y rectos. Poca broma. Bien hecho y sin peligro relativo cuesta un congo y requiere unos cuidados recurrentes, varias sesiones clínicas y un exquisito mantenimiento.
¿Es necesario? En absoluto. Es una moda importada del cine porno, como el rasurado integral del vello púbico que se impuso a finales de los noventa. Ahora, el aumento de escenas anales heterosexuales en los planos médicos del género cinéfilo ha determinado el delicado cuidado de los ojetes de las actrices y modelos. Y además lo ha popularizado hasta el punto de que en la red se pueden encontrar fórmulas caseras y baratas para hacerse un tratamiento exprés. Es determinante eliminar todos los pelos de la zona, bien por afeitado o a la cera mejor. A partir de ahí, aplíquese un ungüento hecho con zumo de limón y bicarbonato de sodio. No lo intenten en sus casas, pero no es ninguna broma. Tecleen en google blanqueamiento, anal, receta y natural.
En España es un secreto a voces entre famosas, tronistas y personalidades tipo Leticia Sabater, la del reciente remiendo de himen. Pero ya son miles de mujeres modernas las que acuden a centros de estética para pedir un tuneado del popó y un estiramiento del chirimbolo. Fue Paris Hilton quien dio el queo en una entrevista. Por cierto, las autoridades sanitarias advierten de que no sirve para nada, no mejora en absoluto la salud sexual e implica el riesgo de padecer graves quemaduras y lesiones cutáneas permanentes.
Así nos lo cuenta al menos el doctor Trilladas, que también trae el Lecturas bajo el brazo. Once páginas le dedica la revista a Mila Ximénez para que se cisque en Dulce Delapiedra, la niñera de Isabel Pantoja. Ximénez desliza toda clase de insinuaciones sexuales y sentimentales sobre las antedichas ¿Es necesario esto también? Para nada.
La política es una trituradora de matrimonios. Carme Chacón y Barroso se divorcian y se suman a la lista de Batet y Lasalle, Santi Vila, Jaume Collboni, Pablo Iglesias y Tania Sánchez, Errejón y Rita Maestre, etcétera, etcétera. Ni siquiera funcionan las que comparten militancia.