María Seguí corta por lo sano. La directora de la Dirección General de Tráfico (DGT) ha dimitido después de que su marido se viera salpicado por unas supuestas irregularidades en subvenciones para proyectos de investigación. Los resultados de la indagación interna, ordenada por el Ministerio del Interior, se conocerán en los próximos días.
El caso comenzó con la publicación en El Mundo de que un departamento en el que trabajaba el marido de Seguí, Francisco López Valdés, recibió 49.950 euros de la DGT en 2012. Entonces, Interior abrió un proceso para esclarecer si Tráfico financió tales proyectos, realizados por el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad de Zaragoza. La DGT siempre lo desmintió.
Medidas para evitar casos parecidos
La DGT negó que adjudicase arbitrariamente contratos de investigación. El organismo ha financiado 200 proyectos a un centenar de entidades (y más de 900 investigadores) desde 2012. Desde la llegada de Seguí a Tráfico, por otra parte, se tomaron medidas para “evitar la concentración de adjudicatarios de investigación con fondos públicos”, como el primer Plan de Investigación de la DGT para el periodo 2012-2016.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha aceptado la dimisión de Seguí, que ha estado al frente del organismo cuatro años y medio y en un momento en el que se ha alcanzado el mínimo histórico de muertos en las carreteras desde 1960. El hasta ahora secretario general de la DGT, Cristóbal Cremades Rodríguez, asumirá el cargo.