Brasil ha frenado un posible atentado yihadista a 10 días del inicio de los Juegos Olímpicos de Rio. Las autoridades de seguridad han detenido a 10 miembros de una célula activa en el país, según el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes.

De Moraes ha explicado que los detenidos habían jurado lealtad al Estado Islámico y pretendían comprar armas. Un fusil AK-47, en concreto, ya que uno de ellos contactó con un vendedor en Paraguay. En “ningún momento” hablan de bombas.

Los detenidos, además, pasaron de “mensajes sospechosos por Internet [WhatsApp y Telegram] a actos preparatorios de un supuesto atentado”. Las autoridades han desvelado que los arrestados celebraron los recientes atentados de Orlando y Niza y uno de los líderes pidió ayuda para financiar el acto.