Es el juego del gato y el ratón. De día, las patrullas policiales controlan que no haya presencia de ningún mantero en los alrededores del puerto de Barcelona. De noche, cuando los agentes abandonan la zona, los vendedores ambulantes vuelven a colocar sus mantas en el suelo.

Crónica Global ha conseguido dos vídeos que muestran el momento en el que los manteros llegan al Palau de Mar --a unos metros de la nueva zona de skaters-- y se despliegan por todo el paseo, frente a la atenta mirada de turistas y de los comerciantes de la feria artesana.