Los mayores de 65 años que viven en residencias tienen un riesgo de morir superior a los que reciben asistencia en su casa. En concreto, la probabilidad aumenta el 55%, según revela un estudio elaborado por las universidades de Jaén y Sevilla, junto a la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía.

La investigación también revela las preferencias de los ancianos: el 87% de mujeres y el 85% de hombres desean ser atendidos en sus domicilios antes de trasladarse a centros residenciales. Sandra Pinzón, la investigadora que ha llevado a cabo la tesis, afirma que los “servicios públicos respetan esta preferencia”.

Aumento de los servicios de ayuda

El cuidado familiar continúa siendo el favorito de las personas mayores. Sin embargo, la contratación de servicios de ayuda a domicilio aumentó significativamente entre 2007 y 2012 (los años en los que se recogieron los datos para el estudio), y pasó del 6,2% al 27,3%.