Todos llamamos señora Bates a la madre de Norman Bates. Siempre en su mecedora de cara al televisor, está conectada a Telecinco a través de un cable que emite unas descargas eléctricas que la mantienen con vida. En su universo referencial, Olvido Hormigos y el conde Lecquio son personas reales y hay que explicarle que no, que son actores, que todo es una comedia de situación sobre una tertulia de televisión dedicada al cotilleo. Todo guión. Pero la señora Bates insiste. A veces dan ganas de estrangularla.

En Lecturas incluyen posado y declaraciones de Olvido, que figura que fue concejal en su pueblo pero la vida la ha maltratado hasta el punto de ser carne de reality. El conde, vigésimo octavo en la línea de sucesión a la Corona, la sedujo. Ella declara que podría haberse enamorado, pero que él sólo buscaba morbo. El marido de ella admite que aguanta por la televisión. La esposa de él no dice nada. Todo se ha sabido por un chivatazo de María Patiño, a la que se le escapó el nombre de los amantes secretos, una relación fugaz y extinta de hace tres años. Ahora cada mochuelo en su olivo, pero en la misma telenovela non stop de la tele española de Berlusconi, que eso sí que es colonialismo cultural y tortura.

En el Diez Minutos luce esplendorosa Mar Flores, ajustándose la parte superior del minibiquini y tocada con un gracioso sombrero de vocalista de conjunto country. Gafas de sol azul metálico. Un look estudiadísimo, a medio camino entre Mad Max X y Cocodrilo Dundee. A su lado, el apuesto letrado Eduardo Velasco, un remake del rollo Belmondo. Hombre peludo, valor seguro. Ambos cazados a bordo de un yate en las inmediaciones de una isla. "Mar Flores se relaja en Ibiza con un amigo", reza el titular de portada. Estos dos sí que son reales, o sea que no son actores.

En el

El Hola viene espeso, con grumos como pedruscos. La boda de Rocío Carrasco, que será en septiembre y con invitados, nada de "en la intimidad", pero con los justos de los Jurado y los Cano. 16 años llevan juntos Rocío y Fidel Albiac, que anuncia ufano que se acaba de licenciar en Derecho. Estos ya no se sabe si fingen o son personas reales.

Pues se nos ha hecho mayor el chico. Froilán de Todos los Santos cumple 18 años este domingo y ya no es aquella criatura adorable que daba patadas en las espinillas de sus primas. Ahora se llama Felipe y es un chaval a lo Pocholo con novia instagramer y fashionista. Está montando una pedazo de juerga de puesta de largo que no se habla de otra cosa entre la chavalería aristocrática. Se ha desplazado exprofeso de Whasington, donde está haciendo un campus intensivo para aprobarlo todo en julio y venirse a la playa en Mallorca y en Marbella, donde le esperan la novia M. y su cuadrilla taurina. En La Otra Crónica de El Mundo dan todos los detalles y son jugosos. El texto corre a cargo de Javier Negre y lleva por cintillo "sobrino díscolo". Pues lo que un chaval de su edad. ¡Fiestaaaaaa!