Las dos últimas oposiciones a enfermería de la sanidad catalana han ido acompañadas de polémica. Si el examen realizado el 19 de junio fue impugnado por varios aspirantes debido a supuestas “irregularidades”, las pruebas de la convocatoria anterior, del 19 de diciembre de 2010, llegaron al Tribunal Supremo.
No ha sido hasta hace un mes que la justicia ha dictado sentencia sobre este caso. El fallo no anula el examen completo, sino 10 de las 90 preguntas tipo test que lo formaban, al considerarlas “defectuosas”. Los motivos son varios: un contenido y alcance de las preguntas alejados de la línea que seguían pruebas anteriores, ausencia de rigor científico y errores de sintaxis.
Notas nuevas
La consecuencia directa es que se tendrán que volver a calcular las notas de los más de 5.000 opositores sin incluir las 10 preguntas anuladas. “Algunos de los enfermeros que aprobaron el examen podrían suspenderlo y otros que no superaron la prueba pueden conseguir ahora más de un 5”, explica el abogado que representaba a los 29 candidatos que recurrieron ante la justicia, Andreu Sunyer.
El letrado indica que ahora es el Institut Català de Salut (ICS) quien tiene que ejecutar la sentencia. De momento, sus servicios jurídicos estudian cómo aplicarla, según ha confirmado el propio organismo. “Esto hace que ahora el ICS tenga que replantearse todos los contratos cuando algunos enfermeros hace cinco años que tienen una plaza fija”, critican fuentes de la CGT.
Además, desde el CATAC, el sindicato de funcionarios de Cataluña, apuntan a otra cuestión a la que Salut tendrá que hacer frente ahora. Los trabajadores que obtuvieron una plaza después de las oposiciones de 2010 “han cobrado durante estos años el complemento salarial correspondiente a su estatus”, aseguran. En caso de que perdieran el puesto por la anulación de las preguntas, “se tendría que ver cómo se gestiona”.
Doble respuesta
La sentencia del Supremo ratifica la del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que daba la razón al recurso que interpusieron 29 opositores. En un principio, estos aspirantes pedían que se anulara la convocatoria y se repitiera el examen completo, tal y como comenta el letrado Sunyer.
Después, las quejas iban dirigidas a unas preguntas que tenían más de una respuesta válida, mientras que la convocatoria especificaba que solo una de las contestaciones era la correcta. Finalmente, las cuestiones que no se contabilizarán en el nuevo recuento no son las de doble respuesta sino las que un dictamen elaborado por expertos apuntó como inadecuadas por mal hechas, que el tribunal ha ratificado.
242 plazas sin cubrir
Los primeros resultados de los exámenes, a partir de los cuales se adjudicaron las plazas, suspendían a más del 90% de los aspirantes. De las 603 plazas que se abrían, solo se cubrieron 361. El resto, 242 quedaron vacantes. En proporción, los aprobados de las oposiciones anteriores, en 2007, fueron aproximadamente el doble.
El número de vacantes para la convocatoria de este año, de la que ya se ha realizado el primer examen, ha sido muy distinto. Frente a las más de 600 plazas de enfermería ofertadas en 2010, en esta ocasión eran 136.