A las 13.30 horas de este jueves, las puertas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona se han abierto para recibir al primer interno.

Se trata de un hombre con antecedentes por violencia de género y quebrantamiento de medidas cautelares que ingresa en el CIE tras ordenarlo el juez a la espera de ser deportado.

Su entrada se produce después de que el Ayuntamiento de Barcelona ordenara el cese de su actividad por no tener la licencia correspondiente ni las medidas de seguridad adecuadas, y después de que esta semana varios inspectores intentaran acceder dos veces --ante la negativa de la Policía Nacional-- para comprobar si estaba operativo.