Imagen de una agresión sexual en el trabajo.

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Vida

Acoso sexual: una abogada sufre las coacciones de un cliente durante 10 años

Un juez de Barcelona dicta orden de alejamiento de cuatro kilómetros para un hombre que se obsesionó con su letrada a la que persiguió, amenazó y avasalló a mensajes

14 julio, 2016 23:02

Primero fueron piropos de más o menos buen gusto. Más tarde, mensajes con propuestas sexuales. Después pasó al envío de videos pornográficos. Y, por último, a los insultos y a las coacciones.

Un juez de Barcelona ha condenado a multa y a una orden de alejamiento de cuatro kilómetros durante 10 años a un vecino de la Ciudad Condal que durante más de 10 años acribilló a la que había sido su abogada con centenares de mensajes coercitivos, insultantes y de marcado sentido sexual. La mayoría de ellos, por mail o por mensajería telefónica.

Obsesión

El grado de obsesión de este individuo fue in crescendo con el paso del tiempo. La mujer, vecina de Vic y con despacho profesional en la población de Figures, en un principio, no quiso darle importancia a los primeros mensajes de quien había sido su cliente en un solo caso, y a quien conoció en el turno de oficio por reparto.

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, y que los mensajes subían de temperatura, la letrada empezó a notar que aquella presión a la que le sometía su excliente empezaba a afectarla no solo en el plano personal sino también en el profesional. Y pidió ayuda cuando los médicos la alertaron de que estaba sumida en una profunda depresión. Compañeros abogados la arroparon y la animaron denunciar.

Acusado avergonzado

Tras recopilar los mensajes, la víctima elaboró una denuncia que presentó en el juzgado de guardia de Barcelona. Tras la preceptiva investigación policial, el caso llegó a juicio y el excliente (el acusado), avergonzado frente a las evidencias, reconoció los hechos ante el tribunal y asumió una condena de conformidad.

La sentencia resalta la necesidad de que las víctimas denuncien este tipo de coacciones como única vía posible para erradicar o al menos protegerse de las conductas de acoso sexual que sufren las mujeres y los menores.