El Ministerio de Hacienda, dirigido por Cristóbal Montoro, ha iniciado una operación a gran escala (denominada Operación Chopin) contra el fraude fiscal en discotecas y pubs. Los registros afectan a 87 locales de 11 comunidades autónomas españolas.
Los registros comenzaron el jueves y se prolongarán durante toda la jornada del viernes. Hay más de 500 agentes y funcionarios trabajando en el caso contra el fraude fiscal y las ventas en negro en estos negocios. Los locales investigados se reparten del siguiente modo: Andalucía (10), Aragón (4), Asturias (1), Baleares (4), Canarias (4), Castilla y León (3), Cataluña (16), Extremadura (2), Galicia (16), Madrid (7) y Comunidad Valenciana (20).
Locales muy conocidos
Entre las discotecas investigadas están Space y Privilege, en Ibiza, así como un local muy conocido en Barcelona en el que no se ha encontrado nada fuera de la legalidad. En conjunto, las sociedades inspeccionadas representan más del 20% de la facturación del sector del ocio nocturno en España. Es la mayor operación coordinada y a nivel nacional contra el fraude y la economía sumergida.
Los primeros hallazgos demuestran el uso de un software de doble uso para ocultar la contabilidad real, así como grandes cantidades de dinero negro. Fuentes cercanas a la investigación confirman a Crónica Global que la nueva política de Hacienda consiste en mirar con lupa los negocios de la noche, aunque también afecta a otros sectores. Esta misma semana, de hecho, la Policía detuvo al dueño de Amnesia Ibiza, Martín Ferrer, acusado de blanqueo de dinero.
La operación es de carácter administrativo, hecho que no implica detenciones. Podrán derivarse arrestos a raíz del inicio de proceso de inspección. De momento, se han abierto inspecciones sobre 14 personas físicas vinculadas con estas empresas.
El origen
La investigación previa a la Operación Chopin comenzó en enero, cuando Hacienda detectó que diversas sociedades declaraban un volumen de cobros con tarjeta “anormalmente alto” (más del 76% en algunos casos) para lo que es el ocio nocturno: en el sector, por las características, prima el pago en efectivo. Tras esta primera evaluación, el Departamento de Inspección detectó que el conjunto de las empresas investigadas declaraba un volumen de cobros con tarjeta que doblaba los movimientos en efectivo en cuentas bancarias.
Los investigadores observaron, por otra parte, grandes diferencias entre la actividad declarada y la que se intuía con el análisis del aforo habitual de estos locales, precio de entrada y consumiciones. Finalmente, muchos de los tiques vendidos por medios no susceptibles de control eran eliminados en cuanto el consumidor los entregaba en barra.