La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición confirma la presencia de la toxina botulínica en uno de los tarros de judías que consumieron dos bomberos en Palafrugell (Girona) el 27 de junio. Ambos siguen ingresados a causa de la intoxicación por botulismo.
La Agencia Catalana de Salud Pública de Cataluña ordenó el retiro de diversos lotes de alubias en tarro de Hermanos Cuevas y de bacalao, los dos alimentos ingeridos por los bomberos. Las judías son el foco de la intoxicación, tras las pruebas realizadas.
El bacalao respira
En este sentido, la compañía Copesco Sefrisa, que comercializa el bacalao sospechoso (Royal), ha destacado que su producto “se ha descartado como causante del brote y se puede consumir con total tranquilidad”. Lo ha hecho después de escuchar al secretario de Salud Pública de la Generalitat, Joan Guix, en la presentación de los resultados de los análisis, este lunes.
La toxina botulínica es uno de los tóxicos naturales más potentes que tiene origen en una bacteria presente en el suelo y aguas no tratadas, y en el intestino de animales domésticos.