“Al menos desde el año 1995, Cinca diseñó una estrategia fraudulenta para apropiarse indebidamente del oro y diamantes pertenecientes a Orfund, la cual comprendía el ulterior blanqueo de los beneficios delictivos”. Con todo lujo de detalles, con más de 200 páginas de documentación fidedigna y contrastada que lo avala, el ex presidente y fundador de la empresa andorrana Orfund, Joan Samarra Naudí, ha presentado en los juzgados de guardia de Barcelona una devastadora querella criminal contra el Ministro de Finanzas de Andorra y exdirector general de dicha empresa, Jordi Cinca, y contra su supuesto testaferro, Manuel Terren, a los que acusa de administración desleal y apropiación indebida.
Según esta querella a la que ha tenido acceso Crónica Global, Cinca urdió una trama empresarial y bancaria al objeto de desviar, para su propio beneficio, reiteradas cantidades de oro (lingotes) y de diamantes fuera del control y de la contabilidad de Orfund SA, la empresa para la que trabajaba y de la que llegó a controlar un 10% de la acciones.
Esta empresa andorrana se creó en 1994 y se dedicó a la fundición y tratamiento de oro y, de manera secundaria, al comercio de diamantes.
Cinca, el mirlo blanco
Desde su misma constitución, Orfund arrojó beneficios con un volumen de producción que superaba los 30 kilogramos semanales de oro procesado. En 1996, Samarra, al objeto de dar un nuevo impulso al boyante proyecto empresarial, fichó a Cinca, entonces, Conseller General de Andorra. Ahora le acusa de haber hundido la compañía.
La querella relata como Cinca estableció contactos diplomáticos con quienes, a cambio de comisiones, facilitaban los contactos, permisos y favorecían las gestiones comerciales en países productores de oro y diamantes como Costa de Marfil, Liberia o Sierra Leona.
Diamantes de sangre
El querellante cita, entre ellos, al mandatario liberiano Alhaji Sekou Fofan, quien fuera la mano derecha del dictador Charles Taylor, temido señor de la guerra civil que padecía Liberia. (Charles McArthur Ghankay Taylor fue presidente de Liberia de 1997 a 2003).
En la actualidad cumple una condena de 50 años por crímenes de guerra y lesa humanidad. Es el primer jefe de estado condenado por un tribunal internacional desde los juicios de Núremberg. Se le halló culpable de más de 11 cargos, incluidos terrorismo, asesinato, violación, esclavismo sexual y reclutamiento militar de niños.
Del machete, al despacho
La querella subraya que “Sekou Fofana, señor de la guerra en Liberia, había jugado un papel trascendental a la hora de iniciar e implementar el negocio en ese país. Él fue quien abrió sus puertas a Cinca, concediéndole la posibilidad de comprar y vender diamantes. Gracias a Fofana, Cinca obtuvo el permiso, bajo exención fiscal, para facilitar la instalación de DiAndorra y Blue Stone --filiales de Orfund-- en Liberia. Asimismo, el hecho de que Fofana fuera Presidente de DiAndorra y Blue Stone garantizaba el vínculo y el esfuerzo por parte de Fofana, en orden a que las empresas tuvieran una apariencia de legalidad y actividad normalizada”.
Policías en nómina
La querella (y los documentos anexos) en los que este medio basa su información revela como Cinca sobornó, incluso, a los mandos policiales del aeropuerto de Abidjan (Costa de Marfil), a los que utilizó no sólo para sacar lingotes de oro bajo mano, sino para acreditar inyecciones económicas de Orfund en sus filiales africanas que, en realidad, nunca existieron.
“Estas acreditaciones de entrada de numerario a Costa de Marfil se realizaban aprovechando viajes de J. Cinca y M. Terrén. Las oficializaban gracias a Laurent, jefe de policía del Aeropuerto de Abidjan, quién autorizaba las falsas entradas de los montantes económicos”, señala la denuncia.
Fraude antes y después del oro
El dinero salía de las cuentas de Orfund pero no se destinaba a la compra de oro. El oro salía de los países productores pero, parcialmente, no llega al destino previsto, sino a manos particulares de Cinca quien repartía comisiones a todos aquellos intermediarios que participaron en la operativa fraudulenta antes, durante y después cada una de las operaciones, siempre según la acusación de su propio socio.
Lingotes que se pierden
La querella aporta documentos para acreditar que “entre 1997 y 1999, los hombres de confianza de Cinca realizaron un mínimo de 13 viajes a Barcelona transportando lingotes de oro en bruto, con destino inicial a Orfund (Andorra). Según las notas apreciables en estos documentos --continúa la denuncia presentada--, salieron 96 lingotes de oro de Abidjan y se recogieron únicamente 66 en Barcelona, siendo 30 los lingotes de oro desaparecidos.
Toda la documentación aportada en la que se refleja dicha contabilidad está firmada por el señor Manuel Terren Parcerisas, como director de NACI, S.A. (filial de Orfund). En cada operación salían de Abidjan un determinado número de lingotes, que después recogía Cinca usualmente en Barcelona. Finalmente, a Orfund llegarían menos lingotes que los enviados desde Costa de Marfil, se puede leer en la querella que deberá afrontar el miembro del ejecutivo andorrano que preside Antoni Martí.
Todo legal, según el ministro
Cuando hace cuatro meses estalló el escándalo de la participación de Cinca en una trama vinculada con los diamantes de sangre, el ministro andorrano de finanzas, reconoció su papel como directivo de Orfund pero negó haber cometido irregularidad alguna.