Krokodil es una droga que deja aspecto de cocodrilo, como indica su nombre. Otros la califican como droga zombi. El primer caso de consumo de esta sustancia se ha detectado en España, más concretamente, en Castellón, según un grupo de investigación de la Universidad CEU Cardenal Herrera de la localidad. Su origen está en el Este, en países como Rusia, Ucrania y Georgia.
Las consecuencias físicas son evidentes: hemorragias, úlceras, gangrena y necrosis son algunos de los efectos que puede provocar. Aunque se ha popularizado bajo el nombre de
Droga casera
A base de opiáceos, los adictos a esta droga la fabrican en casa, a partir de codeína, disolvente de pintura, líquido para encendedores, gasolina, ácido clorhídrico, fósforo rojo (raspado de cajas de fósforos) y yodo. La mezcla se inyecta con una jeringuilla y provoca un colocón que puede durar hasta 30 minutos.
Se trata de una sustancia altamente adictiva que se consume en áreas pobres como sustituto de la heroína, ya que es más barata. Además, es 10 veces más fuerte y mucho más tóxica.
Investigación sanitaria
El equipo que ha revelado este primer caso ha llevado a cabo un estudio sobre detección de consumo de nuevas drogas. En él avisan de la necesidad de preparar a los profesionales sanitarios y terapeutas sobre sustancias introducidas recientemente.
Los servicios de atención primaria y de urgencias “deben estar alerta para poder detectar intoxicaciones, síndromes de abstinencia o secuelas físicas y/o psicopatológicas del consumo de esta nueva droga", según el doctor Gonzalo Haro, profesor del departamento de Medicina y Cirugía de la universidad.
El informe que han elaborado atribuye, entre otros factores, a la situación de retroceso económico la aparición del consumo de krokodil en España. Holanda y Alemania son otros dos países en los que se han detectado los primeros casos recientemente.