Las primeras reclamaciones que piden la anulación del examen de las oposiciones del Institut Català de la Salut (ICS) del domingo pasado ya han empezado a circular. La polémica ha acompañado a esta prueba desde que se convocó en noviembre, cuando algunos sindicatos avisaban de que el número de plazas disponibles era “insuficiente”.
El modelo del examen de enfermería, la presencia de documentos oficiales de la prueba en el hospital de Viladecans antes de la fecha de examen y los apagones que afectaron algunas clases en las que se realizaba han marcado la primera convocatoria de oposiciones a la sanidad catalana en cinco años.
Según el sindicato CGT, ya son 32 los opositores que han presentado reclamaciones al ICS. Sin embargo, desde el organismo público aseguran que no tienen constancia de que se haya producido ninguna alegación con respecto a la prueba. El plazo para presentarlas es hasta el 5 de julio.
Irregularidades “sospechosas”
Cuando la Generalitat publicó la disponibilidad de plazas públicas, Ensenyament renunció a convocar oposiciones, ya que desde el departamento consideraban que el número de vacantes no era suficiente como para hacerlo. Salut, con 40 puestos más, decidió seguir adelante con las pruebas.
Cinco años sin oposiciones es precisamente el período que tiene que cumplirse para que los interinos empiecen a cobrar el complemento de carrera profesional. Esto supone unos 300 euros por nómina y mes. Uno de los objetivos al convocar las oposiciones pese a las pocas plazas que se abrían (340 para 21.000 sanitarios), podría haber sido ahorrarse estas cantidades, según sospechan varios sindicatos.
Seguridad, igualdad y confidencialidad
Todas estas incidencias han animado a la CGT a presentar reclamaciones ante las agencias catalana y española de protección de datos y el Síndic de Greuges. En ellas, que se harán llegar a los tres entes a partir del lunes, denuncian la falta de seguridad, confidencialidad e igualdad que suponen las “irregularidades”.
El sábado, después de que se encontraran los documentos relacionados con el examen en el hospital de Viladecans, miembros de la CGT interpusieron una denuncia en los juzgados de Gavà. Aunque todavía no tienen confirmación oficial, ellos aseguran que será archivada por falta de pruebas.
Otra de las protestas que trasladan es que los trabajadores del ICS que quisieron presentarse al examen no dispusieron de un día libre tal y como estipulan las normas del EBEP (Estatuto Básico del Empleado Público). “Todos los años les dan un día de fiesta a los que quieren acudir a la Cursa Atlètica de la Sanitat Catalana, pero no se la dieron para presentarse a una prueba oficial”, se quejan.
De momento, la convocatoria seguirá su curso, con un examen de catalán para los que no acrediten el nivel requerido en septiembre y las pruebas prácticas en noviembre. Los resultados del test del domingo se harán públicos en menos de dos meses.