El dueño de un quinto piso situado en la Via Favència de Barcelona está que trina. Su padre se lo alquiló hace 34 años a un hombre empleado de la empresa Pegaso. Ese trabajador enviudó hace 20 años y, desde entonces, vivió solo en aquel piso con vistas a la Ronda de Dalt.
Hace un año, el anciano falleció. Y cuando el propietario se dispuso a recuperar el inmueble con el objetivo de restaurarlo y ponerlo de nuevo en alquiler (pero esta vez a precio de mercado), un joven de 35 años presentó una demanda judicial que lo paraliza todo.
Un juzgado de primera instancia de Barcelona le considera pareja de hecho del anciano, por lo que ha podido beneficiarse del nimio alquiler que el octogenario pagaba por aquel piso de renta antigua.
Recurso al caer
La ley permite "heredar" la renta antigua al cónyuge o a la pareja de hecho de quien la suscribió.
El propietario ha presentado recurso contra esa sentencia que le priva de la expectativa de poner su piso de nuevo en el mercado pero a un precio de alquiler seis o siete veces por encima del que actualmente cobra.