Las más de 30 piezas separadas del caso Mercurio que investiga el Juzgado de Instrucción número 1 de Sabadell albergan centenares de intervenciones telefónicas que muestran, sin margen a la duda, cómo algunos ediles de esa localidad barcelonesa mercadeaban con información reservada y favorecían de forma descara y, naturalmente, ilegal, a decenas de empresarios, sobre todo del sector de la construcción, que pasaban por taquilla religiosamente.
El gran conseguidor era Jordi Soriano que fue concejal del Partido Popular (2003-2011) y que aprovechó la mayoría simple municipal del PSC (bajo la dirección del alcalde Manuel Bustos) para decantarse hacia el equipo de gobierno en innumerables votaciones y, en contrapartida, disfrutar de manga ancha y amparo para repartir favores.
Encantador de serpientes
Soriano fue detenido y en el juzgado rompió a llorar implorando no ingresar en prisión provisional. Lo consiguió.
Fuentes de la investigación califican a este personaje como un encantador de serpientes que mantenía relaciones con decenas de empresarios a los que, según las intervenciones telefónicas, o se primaba, o se premiaba con adjudicaciones públicas a cambio de dádivas. Esa es la tesis de la fiscalía.
Jordi Soriano trabajó en la mutua médica FIATC.
Fraude a la Seguridad Social
Se da la circunstancia de que la Seguridad Social concedió a Soriano una pensión de invalidez casi absoluta que le reportaba una pensión de más de 2.000 euros mensuales. Esos ingresos eran incompatibles con cualquier actividad publica o privada remunerada, como era la actividad política municipal.
Sin embargo, él cobró su pensión y su sueldo de concejal durante años y sin que nadie reparase en ello. Ahora, la Seguridad Social, alertada por el juzgado, ha tomado cartas en el asunto.
Obras en el cementerio y la funeraria
La pieza principal del caso Mercurio tiene como principal protagonista a Jordi Soriano y sus trapicheos con el ayuntamiento socialista de Sabadell para conceder a empresarios amigos las obras del cementerio municipal.
Las intervenciones manifiestan el descaro con que los empresarios de la construcción y Soriano amañaban los contratos.
'Enchufador' en toda regla
Una de las escuchas evidencia que un constructor le pidió un favor a Soriano. Concreyamente, le solicitó que colocara a su mujer, que se había quedado en paro.
Soriano hizo las gestiones oportunas a tal efecto con la cúpula del Ayuntamiento de Sabadell y, finalmente, esa mujer, que no podía obtener un contrato laboral consistorial al no residir en el municipio, acabó siendo contratada por Smatsa, la empresa de recogida de basuras que recibió de Bustos una adjudicación de más de 800.000 euros. Smatsa está siendo investigada en otra de las piezas separadas del caso Mercurio.