Se ignora el volumen económico de la partida que el Ministerio de Hacienda ha destinado este año a primar a los centenares de inspectores y subinspectores de la Agencia Tributaria que investigan en toda España el fraude fiscal.
Estos funcionarios públicos tienen un sueldo base fijo pero disfrutan de una gratificación en concepto de salario variable si consiguen los objetivos que la Agencia Tributaria anualmente marca para todas las delegaciones en España. Se trata de tres tipos de objetivos: los que afectan al conjunto de la agencia, otro referido a los índices de efectividad de las agencias regionales, y un tercero relativo a la productividad individual de los investigadores.
Lo importante, el dinero recuperado
Aunque este sistema de remuneración no es nuevo, desde hace aproximadamente un año, y a través de una instrucción interna, Hacienda ha decidido aumentar la prima de los inspectores y subinspectores cuyo trabajo especifico consiga la recuperación de bolsas de fraude fiscal. Es decir, se prioriza, no solo la detección, sino la recuperación del dinero que los defraudadores o evasores tratan de burlar al Estado.
Más efectividad, más paga
De hecho, ésta es una de las tres variables sobre las que se sustenta en la actualidad el baremo de la retribución variable. Por un lado, se fijan objetivos sobre el volumen económico recuperado. Esa es la prioridad de este año. Por otro, se prima las bolsas de fraude detectadas, y en tercer lugar se establecen objetivos según el volumen y complejidad de expedientes de investigación abiertos par cada una de las unidades de análisis e indagación.
Esta instrucción de Hacienda que se está plasmando en estos primeros meses del año conlleva que, aunque todas las inspecciones suscitan un eventual premio (incluidas las revisiones de la declaración de la renta de las personas físicas por poco cuantiosas que estas sean), los investigadores están poniendo su esfuerzo en los grandes fraudes y en las grandes áreas de riesgo.
Sólo en Cataluña, la Agencia Tributaria tiene 60 equipos, compuestos por entre dos y cinco inspectores y subinspectores, trabajando en la investigación del fraude tributario.