A medida que la comunidad musulmana en Suecia ha ido ganando peso, algunas piscinas municipales han empezado a ofrecer un servicio separado entre sexos para que este colectivo se sienta más cómodo. En concreto, 13 ayuntamientos han decidido ofrecer piscinas solo para mujeres en sus instalaciones.
Esta medida, según publica el portal digital CSMonitor, ha sido criticada por los mismos vecinos de la localidad, que ven en ella una amenaza a los ideales de igualdad que defiende Suecia.
Johan Hermansson, el responsable de la piscina municipal de Malmö, una de las localidades que ha decidido implantar la medida, explica a la televisión sueca que sus piscinas “son utilizadas en un 40% por hombres y en un 60% por mujeres” y que su objetivo a la hora de aplicar esta política “es que se usen en igualdad entre chicos y chicas, y hombres y mujeres”.
No obstante, según critican desde el portal, no es solo una moda de alcanzar el 50% tanto de hombres y mujeres, sino “acomodar” a la población musulmana añadiendo horarios en los que solo puedan bañarse las mujeres.
¿Para integrar o separar?
La decisión de ofrecer piscinas separadas por sexo ha generado un enorme debate en Suecia. Sus detractores opinan que es un paso regresivo hacia la “marginación” de la mujer, mientras que sus defensores consideran que es una forma “sensata de inclusión” de una sociedad que cada vez es más diversa.
La ministra sueca de Cultura y Democracia, Alice Bah Kuhnke, ha asegurado que esas piscinas “son problemáticas”, mientras que las que unen ambos sexos representan “una victora tras muchos años de lucha por la igualdad de género”.