Miguel Bernad, exsecretario general de Manos Limpias, pidió hasta 20 millones de euros para retirarse como acusación particular del procedimiento contra la Infanta Cristina del 'caso Nóos'. La agrupación de funcionarios contactó con el entorno de la hermana del Rey Felipe VI a principios de 2015 'vender' la retirada de la acusación por la suma de dinero, siete veces más de lo que pidió en febrero de 2016.
Según informa El Confidencial, Bernad exigió que los millones se transfirieran a una compañía de seguridad de Barcelona, Corporación LPM, para que no se pudiera seguir el rastro de la operación.
El dueño de la firma, sita en L'Hospitalet de Llobregat, tendría buenas relaciones con el letrado ahora imputado.
Doble objetivo
El pago de la cantidad habría servido para dos cosas. Una, para sellar la retirada de la Manos Limpias del procedimiento contra la ex Duquesa de Palma por supuesta colaboración necesaria en los delitos fiscales de su marido, Iñaki Urdangarin.
Y dos, para reflotar la empresa de seguridad, que estaba lastrada por las deudas con bancos, Hacienda y la Seguridad Social.
Miguel Bernad habría reconocido ante el juez que investiga la trama Manos Limpias-Ausbanc, Santiago Pedraz, que llegó a redactar un borrador de renuncia de la causa.