El desalojo de una sucursal bancaria en el barrio de Gràcia de Barcelona terminó la pasada madrugada con 16 heridos y un detenido. Los disturbios, que enfrentaron a Mossos d'Esquadra y okupas, derivaron en la quema de varios contenedores, una moto y un camión de la limpieza, así como la rotura de los cristales de múltiples oficinas de bancos y diversos vehículos destrozados.
Los altercados se iniciaron a las 22 horas, tras una manifestación que concentró la tarde del lunes a unas 650 personas en la plaza Revolució para protestar por el desalojo llevado a cabo por la mañana. En el edificio se encontraban dos okupas, un hombre y una mujer, que han sido identificados y puestos en libertad.
El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 60.000 euros los desperfectos en mobiliario público provocados por la batalla campal. El concejal del distrito de Gràcia, Eloi Badia, ha explicado que 14 de los heridos son agentes de los Mossos.
Cargas policiales
Durante los altercados, algunos de los manifestantes lanzaron piedras en dirección a los agentes de seguridad, que reaccionaron con cargas y disparos de proyectiles de foam, similares a las balas de goma. El detenido fue uno de los manifestantes, que llevaba material inflamable en la mochila.
El Sistema de Emergencias Médicas atendió en el lugar de los hechos a 16 personas, entre mossos y okupas, que resultaron heridas leves. El conocido como 'banco expropiado', situado en el número 181 de la Travessera de Gràcia, y origen de los altercados, estaba okupado desde el 2011.