El Ayuntamiento de Barcelona avaló blindar a la cúpula del Hospital del Mar pese a las acusaciones de otorgar contratos a dedo. Los representantantes municipales en el Consorci Mar Parc Salut (CMPS) votaron 'sí' al cambio estatutario del centro en febrero. Ahora, el mismo equipo de gobierno municipal, sindicatos y vecinos han alzado la voz contra la nocturnidad de la modificación.
El aval municipal llegó de la mano de la comisionada de Sanidad, Gemma Tarafa. La delegada votó a favor en una sesión del consejo rector del hospital el pasado 17 de febrero.
También dijeron 'sí' Joan Llinares Gómez, jefe municipal de servicios jurídicos, Carme Borrell Thió, gerente de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y Ricard Fernández Ontiveros, gerente del área municipal de Derechos Sociales.
Oposición
El cambio gubernativo en el cuarto mayor hospital de Barcelona --que agrupa a diez centros médicos y 1.400 camas-- ha levantado polvareda. El equipo de gobierno de BComú y PSC, sindicatos y vecinos se oponen a una modificación que da más poder a la gerencia del centro.
Los opositores ven dos riesgos. Uno, la posible entrada de capital privado en el complejo, controlado al 40% por el ayuntamiento y en un 60% por la Generalitat. Sería, aseguran a Crónica Global, un movimiento similar al de Barnaclínic en el Hospital Clínic Barcelona.
Mazazo de la Sindicatura
Además, temen la falta de control público sobre la dirección, que en junio del año pasado fue acusada de adjudicar contratos a dedo por la Sindicatura de Cuentas.
"El movimiento no ha gustado en el consistorio, ni tampoco a nivel sindical. El lunes se someterá a aprobación en el CatSalut, pero hay serias dudas de que se apruebe en el pleno municipal. Y hay riesgo de protestas", advierten.