El viernes dijo que "no tocaba hablar de ello", pero el consejero de Salud, Toni Comín, ya tiene una propuesta para el Hospital General de Cataluña (HGC), que expulsará de la red pública en diciembre. Empresa y trabajadores han expresado la necesidad de proteger las inversiones del centro en al menos dos unidades: radioterapia (oncología) y hemodinamia. Ello garantizaría un impacto casi cero.
"La propuesta ya la tiene. La idea es que la expulsión de la red pública no perjudique las inversiones que el Hospital General ha hecho a petición del propio Instituto Catalán de la Salud (CatSalut)", explican fuentes sindicales.
Casi un 80%
El documento estipula que el departamento debe garantizar que las unidades de oncología y hemodinamia, que funcionan al 80% y 77% con derivaciones de la Corporación Sanitaria Parc Taulí, sigan operando.
"El contrato entre el General y el CatSalut vence en 2021, pero se renueva año a año. Comín ha decidido no hacerlo en diciembre. Pero el hospital ha comprado maquinaria médica muy costosa. Si Salud protege ambas unidades, el coste de la restructuración sanitaria sería mucho menor".
774 derivaciones
En efecto, el centro médico ubicado en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) juega un rol esencial en la oxigenación del Taulí, un hospital saturado. Hasta marzo, el complejo médico ha atendido a 774 pacientes procedentes del Taulí.
De esta cifra, 218 altas eran de radioterapia, 236 de cateterismos cardíacos y 320 pacientes con otras patologías agudas. La cifra es inferior a la de 2015 porque el hospital público de Sabadell deriva ahora la cirugía cardíaca extracorpórea al Hospital Clínic Barcelona.
Pese al alto ritmo de actividad, la consejería expulsará al General de la red pública Siscat en diciembre. La decisión sigue a la exclusión de la Clínica del Vallés, que cesará como proveedor sanitario en agosto. Su actividad, sostiene la consejería, la asumirá el propio Taulí.