Barcelona está desplegando radares móviles para multar a los conductores que exceden la velocidad en las calles de la Ciudad Condal. Los dispositivos se colocan en las aceras y cazan a los vehículos que sobrepasan el límite establecido.

El uso de cámaras camufladas solivianta a los conductores profesionales, aunque el consistorio recuerda que correr demasiado es la tercera causa de accidente en la capital catalana.

"Son los radares que llevan los vehículos policiales, que se montan con un trípode a pie de calle. Hay uno en la Gran Vía de Barcelona que está en pruebas: aún no se han impuesto sanciones", ha explicado una portavoz municipal.

Enfado

Conductores profesionales han denunciado a Crónica Global el hecho de que los radares estén ocultos. "Se apostan detrás de mobiliario urbano, árboles o taludes. ¿Por que no se controla la velocidad en abierto?", lamenta uno de ellos.

El ayuntamiento subraya que la siniestralidad por velocidad excesiva aumentó un 25% en la ciudad en 2015.

"El objetivo es el control de la seguridad y disuadir a los conductores de sobrepasar los límites por una cuestión de seguridad vial", ha concluido el portavoz oficial.