La presión in crescendo en Andorra para pedir la destitución del ministro de Finanzas, Jordi Cinca, alcanza terrenos más imaginativos. Desde el Principado se ha articulado una petición de recogida de firmas on line para pedir al Papa Francisco y a los dos copríncipes del país, el primer ministro francés, François Hollande, y el obispo de la Seu d’Urgell, Joan Enric Vives, que intercedan en el país y presionen a Antoni Martí, el jefe de Gobierno, para marcar distancias con un político al que se ha vinculado con el tráfico de los denominados diamantes de sangre en Liberia.
Los impulsores se han marcado el objetivo de recoger 100 firmas, por lo que no se trata de una iniciativa muy ambiciosa en número de apoyos. Intenta ante todo poner de manifiesto que la compañía Orfund, que Cinca dirigida y era el dueño del 10% del capital, hizo negocios con un mandatario de África. Charles Ghankay Taylor, que fue condenado por el Tribunal de La Haya por los “abusos y las atrocidades de crímenes contra la humanidad, entre ellos violaciones masivas o el uso de tropas integradas por niños soldado”, tal y como indican en su escrito.
Actividad de Orfund en Liberia
Cinca actuó para llegar a acuerdos con filiales de Orfund implementadas en la región con socios locales para poder extraer diamantes de minas liberianas, explotadas en condiciones infrahumanas con trabajadores casi esclavos. Incluso consiguió el favor del propio Taylor en persona para obtener ventajas fiscales en la adecuación de sus instalaciones o la compra de maquinaria.
Todo ello ha salido a la luz a partir de la filtración de los papeles de Panamá, ya que el ministro de Finanzas tenía radicada en ese paraíso fiscal la sociedad con la que controlaba títulos de Orfund. El propio Cinca reconoció que había usado al bufete Mossack Fonseca para crear la empresa panameña Mariette Holdings y defendió que era legal porque no tenía en 1999 ninguna consecuencia fiscal en Andorra constituir la sociedad.
Mala imagen para Andorra
A partir de aquí han salido a la luz los negocios que llevaba entre manos Orfund, los socios con los que colaboraba y la polémica actividad que había emprendido en Liberia. Cinca está en el ojo del huracán, ya que su nombre ha aparecido en medios de todo el mundo, primero por formar parte de la filtración de datos masiva y después por la vinculación con el régimen de Taylor, y eso no ha gustado en el Principado.
Actualmente se considera que el nombre del ministro lastra la reputación de un país que lucha desde hace años para dejar atrás su imagen de paraíso fiscal. Por ello se exige desde todos los flancos posibles, incluso Internet, a Antoni Marí que mueva ficha y marque distancias con el responsable de dirigir las finanzas andorranas.