"Ideó, preparó y confeccionó una serie de documentos y actuaciones tendentes a que se reconociese 'en papel' su condición de pareja sentimental con el fallecido y obtener así una indemnización a su nombre". Es la conducta que, según los padres de la víctima, llevó a cabo la compañera sentimental del copiloto que falleció, junto a otras 153 personas, en el accidente del vuelo JK5022 de Spanair en el aeropuerto de Barajas, el 20 de agosto de 2008.
Se trata de unos hechos que los progenitores de Francisco Javier Mulet dan a conocer en una demanda presentada en los Juzgados de Salamanca, en la que acusan a la pareja de su hijo de "mentir" para "disfrazar la realidad" y de defraudarles, además, a la hora de repartirse mutuamente y a partes iguales, tal y como habían acordado ambas partes, todas las indemnizaciones o cantidades que percibieran tras el siniestro.
El juez condena a la demandada
Ahora, el juez les ha dado la razón y condena a Estrella T. a abonarles la cantidad que la demandada había eludido pagar --30.278 euros-- de todo lo pactado aduciendo que había tenido que hacer frente a un impuesto de Hacienda derivado de la indemnización cobrada.
Un proceder que los padres del fallecido califican de "burda treta" para no cumplir con su parte, puesto que "pese a los múltiples requerimientos y oportunidades" la demandada, "jurista y experta en derecho", no ha acreditado el efectivo pago del tributo, "ni ha dado explicación al respecto".
Los padres del copiloto, defendidos por el abogado palmesano Antonio Martínez Quereda, hacen hincapié en su demanda en el hecho de que Estrella T. no estaba inscrita como pareja de hecho de su hijo ni había formalizado trámite alguno al respecto antes del accidente. Si acabó percibiendo la indemnización, alegan, fue gracias al acta de reconocimiento de su condición de pareja de hecho que ambos otorgaron a la demandada en su beneficio.
Pagar los mínimos impuestos
Es más, aseveran que, una vez las aseguradoras comenzaron a efectuar los pagos, Estrella T. "también ideó la confección de una serie de documentos que redactó ella misma a fin de pagar los mínimos impuestos por su parte".
No obstante, subrayan que "el maquillaje que pudiese realizar la adversa para disfrazar la realidad o eludir sus exclusivas obligaciones con el fisco en nada afecta a su obligación contraída con esta parte". "No cumplió debidamente. Incumplió burdamente", espetan en su escrito, estimado recientemente por el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Salamanca.
Tal y como recoge la sentencia, la demandada afirmó haber cobrado de indemnización 128.294 euros, de los que aseguró haber tenido que pagar 60.556 euros en impuestos por el cobro del seguro. "Lo que es falso por estar exenta", recalcan por su parte los padres del fallecido. De hecho, añaden, "ante tan burda se le solicitó copia o justificante del supuesto pago del impuesto, pero nunca apareció. Lógicamente no existe".
La pareja no aportó documentación
Tras diversos intentos de conciliación por parte de los progenitores, finalmente acudieron a la vía judicial. El juez llama la atención sobre el hecho de que Estrella T. no aportase, tras ello, ningún documento de designación a su favor como beneficiaria de todos los contratos o pólizas de seguro que el fallecido hubiera suscrito, sino que son los demandantes quienes "constatan lo contrario".
"Únicos herederos del fallecido, su relato es coherente", señala el magistrado, quien deja constancia de los más de 200.000 euros que los padres del copiloto transfirieron a la pareja de éste, mientras que ella -que más tarde cobró otro seguro no concertado con el fallecido sino con la compañía aérea por 140.794 euros- se limitó a abonarles 28.376 euros, "contraviniendo" de este modo el pacto alcanzado con los demandantes para el reparto de las indemnizaciones.