El responsable de la firma británica que vendió un desinfectante defectuoso que mató e hirió a cientos de personas fue víctima de una agresión este lunes mientras emitía una disculpa pública en Corea del Sur.
Ataur Safdar, el jefe de la división coreana de la multinacional británica Reckitt Benckiser, recibió gritos y golpes por parte de algunos familiares de las personas afectadas durante la rueda de prensa en la que el ejecutivo pretendía pedir disculpas en nombre de su empresa.
Disculpas tardías
Según Safdar, la compañía ha aceptado la responsabilidad tras el escándalo que rodea el desinfectante mortal, llamado Oxy Ssak Ssak. "La disculpa de hoy tiene que ver con la aceptación del daño causado por Oxy HS”, admitió Safdar, que se inclinó en gesto de disculpa varias veces ante el público.
"Esta es la primera vez que estamos aceptando la responsabilidad máxima, y estamos ofreciendo una disculpa completa y plena. Llegamos tarde, han pasado cinco años”, añadió.
Sin embargo, antes de que el ejecutivo pudiera terminar su disculpa, varios manifestantes indignados irrumpieron en el escenario, entre ellos un adolescente que sufre graves problemas respiratorios -depende de un tanque para respirar- por culpa del desinfectante.
"Esto es desgarrador", aseguró el directivo de Reckitt Benckiser."Me disculpo una vez más, pediría que se me permite terminar mi declaración, por favor."
Más de 500 reclamaciones
Cuando salió a la luz, en 2011, Reckitt Benckiser se negó a asumir la responsabilidad por las muertes y enfermedades causadas por las sustancias químicas nocivas en el líquido desinfectante.
Esta rama de la firma coreana --que también es propietaria de la marca de preservativa Durex-- llegó a vender millones de botellas de desinfectante durante aproximadamente una década, y fue culpado por la muerte de alrededor de 100 personas, entre muchos otros que sufrieron graves enfermedades.
Oxi Ssak Ssak se utilizó para limpiar los humidificadores en Corea del Sur hasta 2011, cuando el gobierno decidió retirarlo del mercado en medio de los crecientes temores sobre el peligro que representaba para el público.
Los funcionarios surcoreanos dicen que más de 500 personas han registrado reclamaciones desde 2011, especialmente debido a enfermedades pulmonares causadas por Oxy Ssak Ssak y productos similares.